miércoles, 15 de diciembre de 2010

Después de la Vigilia, Nuestra Señora habla por la vida no nacida en la iglesia doméstica en Göttingen a través de Su instrumento e hija Anne.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen. Grandes multitudes de ángeles nos acompañaron en nuestra caminata por la vida no nacida frente a la clínica del aborto. La Guadalupe Madre de Dios, la Madonna de Fátima y la Madre Tres veces Admirable nos acompañaron. El Santo Arcángel Miguel y, al final, el Padre Kentenich también estuvieron presentes.

Nuestra Señora de Guadalupe dirá: Yo, vuestra Madre Celestial, estoy hablando ahora en este momento a través de Mi instrumento voluntario, obediente y humilde e hija Anne. Ella está completamente en la voluntad del Padre Celestial y solo repite Sus palabras y las palabras del cielo. Esta vez Mis palabras.

Mis amados hijos marianos de cerca y de lejos, los amo por haber pasado por la Vigilia en este día. Quiero salvar muchas almas pequeñas a través de esto, para que puedan entrar en la gloria eterna a través de vuestra oración y expiación. Le he mostrado a Mi pequeña que estas pequeñas almas también los acompañaron y avanzaron con una bandada de ángeles con túnicas blancas y doradas. Tenían estrellas doradas en sus vestiduras de bautismo y pequeñas guirnaldas en sus cabezas.

Mis amados hijos de María, habéis ido gustosamente por este camino de expiación. Por esto quiero agradeceros con todo mi corazón y decir una recompensa a Dios. Habéis asumido estos problemas de expiación, pues además hacía un frío intenso. Lo habéis soportado y habéis avanzado valientemente. Las pequeñas almas os lo agradecieron, aunque no os permitieron verlo. Pero Mi pequeña vio a las almas en esta clínica del aborto saludando y regocijándose y subiendo al cielo.

Mis amadas madres, también me gustaría dirigirme a vosotras hoy. Id a una penitente Santa Confesión antes de esta fiesta, Navidad. Todo os será perdonado por Mi Hijo. Él espera que confeséis vuestra culpa. Él quiere abrazaros de nuevo, y comenzaréis de nuevo. Todo os lo perdonará. De lo contrario, Mis amados hijos, vosotros que habéis ido por este difícil camino al médico que realizó este aborto ya no seréis felices. Enfermas en cuerpo y alma y ningún médico puede ayudaros.

Yo, como Madre Celestial, me gustaría estar a vuestro servicio. Venid a Mi corazón inmaculado y haced vuestra consagración. Entonces os guiaré al Padre Celestial y a Mi Hijo, porque Él quiere perdonaros.

Cuánto habéis sufrido, Mis amados hijos. Sé cómo se os hizo pesado el corazón cuando esta pequeña criatura, este pequeño ser fue arrebatado de vosotros. Pero ahora ha sucedido. Muchas madres lloran y se arrepienten de corazón por lo que han hecho.

Ahora, Mis amados hijos, buscad una Santa Confesión digna e id a un sacerdote digno que celebre la Santa Misa Tridentina. Entonces sentiréis en vuestro corazón no solo el perdón, sino también una profunda alegría, una alegría del Adviento. Jesucristo, Mi Hijo, quiere morar en vuestros corazones. Sí, el pequeño Jesulein os espera. Quiere consolaros en vuestro sufrimiento.

Esta vigilia no solo es conocida en Alemania, sino también en muchos otros países. Son pocos los que recorren este camino, pero quieren orar y expiar por vosotros y por vuestros hijos que puedan entrar en la gloria durante esta vigilia, Mis amadas madres.

Vosotros, Mi pequeña grey, habéis orado y sacrificado y estabais dispuestos a expiar por las pequeñas almas y las madres. Os protejo porque os amo inmensamente. Y ahora os bendigo en la Trinidad, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen. ¡Continuad esta fructífera vigilia cada mes! Amen.