Abrid vuestros corazones a la llamada del Señor y haced lo mejor que podáis en la misión que os ha confiado

Queridos hijos, cuidad vuestra vida espiritual. Pertenecéis al Señor y sólo a Él debéis seguir y servir. Decid a todos que Dios tiene prisa y que ha llegado el momento del gran retorno. No os crucéis de brazos. Abrid vuestros corazones a la llamada del Señor y hacedlo lo mejor que podáis en la misión que os ha confiado. He venido del Cielo para llevaros al Cielo. Escuchadme.

Os dirigís hacia un futuro de gran tribulación y sólo los que oran podrán soportar el peso de la cruz. Buscad fuerza en la oración y en la Eucaristía. Aprecia los momentos de gracia que te concede el Señor. No tires los tesoros de Dios. Todo en esta vida pasa, pero la Gracia de Dios en ti será eterna. ¡Sigue adelante con valor y alegría!

Este es el mensaje que os doy hoy en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por permitirme reuniros aquí una vez más. Os bendigo en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Estad en paz.

Origen: ➥ apelosurgentes.com.br