[EL SEÑOR] Hijos, vendré en silencio para traer Mi mensaje de amor a los hombres de buena voluntad que escuchan Mi Palabra y entran en Mis atrios. También vendré como un ladrón para tomar posesión de vuestros corazones e iluminar vuestras almas con la dulce fragancia de Mi Presencia. Antes de que llegue la hora del Juicio, vendré a buscar a los Míos y llevarlos más allá de las luchas del mundo.
Hijos, habrá y vendrán grandes confusiones, y muchos se perderán y tendrán miedo. Sabed cómo permanecer y estar vigilantes para traer ayuda a aquellos que están perdidos y dar fuerza a los desesperados. El sufrimiento que viene es porque los hombres no han escuchado ni aún oyen Mi voz, que viene a traerles ayuda y guiarlos por el camino de la Salvación.
Solo hay un camino, el Mío, que os salvará de los peligros del mundo y os mantendrá seguros en Mi Presencia. Hijos míos, os lo he dicho muchas veces: ahora es tiempo de contemplación y entrega a Mi divina Presencia. El Que Es viene a cubrir a Mis propios con Mi manto y traerles ayuda y consejo en estos tiempos amargos y dolorosos que vienen. Hijos, caminad por el camino que Yo os muestro, el camino de la entrega y confianza en Mi divina Providencia, y se os dará Salvación. En silencio, escuchad Mi voz dentro de vosotros, que viene a mostraros el camino. Dejad que os guíe, no tengáis miedo ni cerréis vuestros oídos a los llamamientos de Mi Corazón, que viene a mostraros la ruta a seguir.
Formad una sola familia, reuniros cuanto podáis; el hombre solo es frágil - aparte del ermitaño - y no todos vosotros estáis llamados a ser ermitaños.
Preparad vuestros corazones en oración y silencio, lejos del mundo, tomad momentos de profunda contemplación cada día; controlad vuestros pensamientos y venid a refugiaros en Mi Corazón, entonces el camino se abrirá ante vosotros y, en la contemplación, vuestra alma será iluminada y vuestro espíritu guiado. No llevéis ni bolsa ni equipaje; sois los nuevos peregrinos que llevarán sus pasos por el camino. El hombre del mundo desaparecerá; el hombre de Dios, el hombre en Dios, pondrá sus pasos donde Yo le diga ponerlos, y siguiendo Mis pisadas, no podrá perderse.
Hijos, velad y orad en silencio! Que vuestras almas despierten y se eleven al Sol de Mi Corazón, y el camino os será dado. Seréis los nuevos peregrinos que construirán sobre lo antiguo; la Nueva Era que viene tiene el sabor del Cielo. Lo viejo siempre muere, hijos, y a la llamada de lo Nuevo, desaparece.
Preparad vuestras bolsas y venid a beber de la Fuente, el Agua Viva de Mi Corazón. Sed fieles y obedientes a Mi Ley del amor, porque solo la fidelidad y la obediencia serán vuestra salvación. Estad vigilantes, estad atentos! Tomad el camino de Vida que Yo soy!
Fuente: ➥ MessagesDuCielAChristine.fr