Ana María: Mi Señor, te oigo llamándome. Mi Señor, ¿eres Padre, Hijo o Espíritu Santo?
Jesús: Mi querida, soy yo, tu Señor Dios y Salvador, Jesús de Nazaret.
Ana María: Querido Jesús, ¿puedo preguntarte por favor? ¿Te postrarás y adorarás a Dios Tu Eterno Padre Misericordioso que es el Alfa y la Omega, el Creador de toda vida, de todo lo visible e invisible?
Jesús: Sí mi pequeña, yo tu Mesías Divino, Jesús del Santísimo Sacramento, me postraré ahora y siempre adoraré a Mi Santo Eterno Padre Misericordioso, que es el Alfa y la Omega, el Creador de toda vida, de todo lo visible e invisible.
Ana María: Por favor habla mi Señor Celestial, porque tu pecador servidor está ahora escuchando.
Jesús: Mi querida, te he llamado esta noche para hablarte sobre Mi Santa Misericordia hacia los pecadores y el ataque dirigido que se planea en vuestro País. Primero, quiero que todos sepan que Mi Divina Misericordia debe ser aceptada como una abundancia de perdón que la humanidad no puede comprender plenamente.
Todos los humanos intentan juzgar a otros por sus acciones o falta de ellas hacia su prójimo. Aquellos que no muestran compasión ni misericordia porque tienen carencia de Caridad en el corazón, esos son los más en peligro de perder su alma y ser condenados al infierno. Eso no puede ser cierto para Mis amados Apóstoles. El Amor al Prójimo debe ser la única regla en vuestros corazones. Amor, no odio ni ira hacia otros.
Aquellos que no pueden perdonar las ofensas de alguien contra ellos están en el mayor peligro de ser condenados. Debéis amar a todos, incluso si no estáis de acuerdo con ellos, no os gustan sus políticas o lo que compren. Por favor, hijos míos, debéis "Amaos los unos a los otros como yo os he amado" sin importar qué cause vuestra ira hacia él o ella.
Ana María: Sí Jesús.
Jesús: Ahora, sobre este ataque terrorista dirigido, no ha sido completamente mitigado, así que os pido vuestras oraciones continuas para detener este aterrador ataque.
Ana María: Sí querido Jesús.
Jesús: Solo a través de las oraciones puede Mi Padre mitigar el ataque planeado debido a vuestras súplicas a Su Santa Misericordia.
Ana María: Sí querido Jesús.
Jesús: Continuad rezando diariamente y pedid a Mi Santo, Misericordioso y Eterno Padre que detenga este ataque para que nadie resulte herido. Señor mío, ¿puedo publicar este mensaje?
Jesús: Sí, por favor hazlo.
Ana María: Gracias querido Jesús. Muchas gracias. Gracias Jesús por venir y hablar conmigo hoy. Te amamos Jesús.
Jesús: Y yo os amo a todos Mis Apóstoles también. Vuestro Divino Salvador, Jesús de la Paz.
Fuente: ➥ GreenScapular.org