miércoles, 12 de abril de 1995

Mensaje Mensual a Todas las Naciones

Mensaje de Nuestra Señora de Guadalupe dado a la Visionaria Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, EE. UU.

Nuestra Señora está aquí como Nuestra Señora de Guadalupe. Ella dice: "Ora conmigo ahora por los no convertidos: Estos incluyen a los incrédulos, los que no perdonan y los tibios. Este número varía de momento a momento, ya que algunos no se dan cuenta de su responsabilidad hacia la santidad en el momento presente."

"Es a través de la voluntad del hombre que vendrá el Castigo - la destrucción del mundo causada por el propio hombre. Ve entonces, los no convertidos no solo eligen por sí mismos, sino por el mundo."

"¿Acaso no estoy aquí, Mi hija? Yo que soy tu vida, tu Dulzura y tu Esperanza? Yo que soy tu Perpetuo Socorro, Protectora y Refugio? ¿Qué hay que temer? Vengo con gran amor una vez más para llamar a Mis hijos al amor antes de que pase la hora y sea demasiado tarde."

"Date prisa para ver que lo que viene como una purificación no abra el abismo entre Dios y el hombre, sino que sirva para unirlos. El Amor de Dios es inalterable - Su Misericordia de generación en generación. La Nueva Jerusalén es alcanzable para todos a través del Refugio de Mi Corazón."

"Pero te digo, aquellos que no viven en el Amor Santo serán despojados de sus dioses mundanos. La mayor tecnología será inútil. Habrá grandes señales en los Cielos, en la tierra y bajo la tierra, a medida que el tiempo, como lo conoces, llega a su fin. La propia naturaleza testificará lo que sucederá. Aquellos en el mundo no lo verán. El cielo y todas las cosas bajo él se encenderán. Esta hora será más devastadora que el diluvio. Dos tercios de toda la vida serán arrebatados. La humanidad será juzgada según el amor en su corazón."

"Pero una vez más te digo, aquellos que están en el Refugio de Mi Corazón no temerán. Date prisa para hacer saber todo lo que te he dicho a todos."

"En este momento, te digo que cuando Mi Hijo regrese y todos estén viviendo en el Amor Santo en la Nueva Jerusalén, todo será renovado. El mundo será simple y puro como debía ser. Todos amarán, y Dios estará en el centro de todos los corazones. La Iglesia de Mi Hijo ya no estará dividida por el cisma, la apostasía y el error, sino que será hecha entera una vez más. Y así ves, no hay nada que temer, porque solo te llamo a la plenitud del Amor Santo. Te estoy bendiciendo."