martes, 3 de octubre de 2000

Conversación con el Amor Divino

Mensaje de Jesucristo dado a la Visionaria Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, EE. UU.

"Soy tu Jesús, nacido Encarnado. Querida confidente, para aumentar en gracia, aumenta en confianza. El alma que cede a las tentaciones contra la confianza encuentra que la gracia disminuye en su alma."

"La mayor gracia que jamás llegará al ministerio es la completa e irrefutable revelación de los Corazones Unidos." Se dio un mensaje para el ministerio. "Voy a describirte en términos sencillos el viaje hacia los Corazones Unidos. En esta parábola, los Corazones Unidos están representados por una gran casa. El alma que desea entrar en la casa (la primera Cámara) debe usar una llave. Esta llave representa el libre albedrío del alma. Cuando usa la llave (es decir, la rendición al llamado al amor) entra en el antecámara de Mi Corazón, que es el Inmaculado Corazón de Mi Madre - el Amor Santo. Una vez dentro de este 'vestíbulo', el alma siente curiosidad por el resto de la casa (es decir, las Cámaras de Mi Corazón - el Amor Divino). Encuentra otra puerta frente a él. Una vez más, debe girar la llave y rendirse más profundamente a Mí - esta vez a la santidad. Dentro de la casa, finalmente, el alma está ansioso por explorar las otras habitaciones (Cámaras de Mi Corazón). Cada Cámara permanece aislada detrás de una puerta cerrada. Cada habitación (o Cámara) a la que el alma busca entrar requiere una sumisión más profunda de su propia voluntad. Si es sincero y persevera en sus esfuerzos, llegará a la habitación más aislada - la quinta Cámara de Mi Corazón. Aquí hay paz, amor y alegría puros. Es en esta la habitación más pequeña de todas que el alma encuentra la completa unión con la Divina Voluntad de Mi Padre."

"Un alma así se instala en esta pequeña Cámara sin desear ser encontrado o notado. Su único placer está en estar allí. Está en el momento presente siempre. Tómate tiempo para meditar sobre esta casa que te he mostrado. La Cámara más pequeña de Mi Corazón es aquella en la que el alma se da cuenta del Reino de Dios dentro. Me siento junto a los invitados que entran en la quinta Cámara y siempre están en Mí."