Mensajes a Edson Glauber en Itapiranga AM, Brasil

 

miércoles, 8 de marzo de 1995

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

 

¡La paz esté con vosotros!

Queridos hijos, rezad, rezad, rezad. No cerréis vuestros corazones, sino abridlos. Jesús quiere conquistaros enteramente para Él. Entregad vuestras vidas a Él. Sabed, queridos hijos, que Jesús está muy triste cuando buscáis Su Divina Presencia en lugares que no son adecuados para encontrar la Verdadera Luz.

Mi Hijo Jesús dejó la Verdad Divina para ser proclamada solo por Sus ministros y por Su Iglesia, que es la Iglesia Católica Romana. Fuera de la Iglesia Católica no encontraréis la Verdadera Luz, pues todas las demás religiones fundadas provienen de la parte de mi enemigo, que también es vuestro enemigo, quien las inventó para confundir la poca fe que estáis a punto de perder.

Hijitos, aumentad vuestra fe. No la perdáis. No permitáis que Satanás os engañe con doctrinas que no provienen directamente de mi Hijo Jesús. No cedáis, hijos míos. Yo, vuestra Madre, estoy muy preocupada, porque hay muchos que niegan la Verdadera Iglesia, fundada por mi Hijo Jesús, cambiándola por una falsa ideología que nunca los conducirá a Él. ¡Cuántos de mis hijos que han negado a mi Hijo Jesús caerán para siempre en el infierno, porque han desperdiciado tantas gracias de Su Divino Corazón que los amó tanto, hasta el punto de querer permanecer en la especie de pan y vino, en la Hostia Consagrada! Oh, cómo duele ver que mis amados hijos aún no han sabido valorar este gran regalo que Dios les ha dado. Muchos reciben a mi Divino Hijo Jesús en pecado mortal, sin haberse confesado, causando así un gran sufrimiento a Él, que sufre con tantos pecados y sacrilegios. Confesad, pequeños, confesaos, pues la confesión os purifica. El pecado más pequeño puede perjudicaros en vuestra vida espiritual, así que liberadlos del pecado más pequeño.

Jesús hoy os pide la confesión. En esta Cuaresma, preparaos más en la confesión, la penitencia y la oración, acudiendo a Misa para recibir a mi Hijo Jesús, que os espera cada día para derramar copiosas gracias sobre cada uno de vosotros. Yo, la Señora del Santo Rosario, la Reina de la Paz, Madre de Dios y vuestra Madre, os digo: os amo con un amor infinito que nunca podréis comprender. Os coloco a todos bajo mi Manto Inmaculado y Virgen y os bendigo: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Orígenes:

➥ SantuarioDeItapiranga.com.br

➥ Itapiranga0205.blogspot.com

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