Mensajes a Edson Glauber en Itapiranga AM, Brasil
martes, 11 de abril de 1995
Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

Querido hijo, soy tu Madre que te ama tanto. Aprende a dejarte guiar por mí a mi manera. Mi Corazón es tu refugio seguro que te protege y te guarda de todo peligro. No temas a satanás, porque yo, tu Madre, estoy aquí para defenderte de todo mal.
Querido niño, te doy mi paz y la paz de mi Hijo Jesús. Lleva esta paz a todos tus hermanos y hermanas. No tengas miedo de tus cruces. Sé cuánto sufres, pero yo, tu Madre, estoy aquí para ayudarte a llevarlos. Confía en mí. Soy tu fuerza y consuelo. Reza para que Satanás se aleje totalmente de tu familia y no te atrape a ti y a tus parientes desprevenidos.
Querido hijo, la impureza está tratando de entrar en tu familia. Alerta a tus hermanos y hermanas. Reza por tu familia. Cuídala. Reza por tu familia. Mantenla en tu corazón, con oración. Protege a tu familia contra satanás. Reza el rosario, porque el rosario aleja a satanás de tu familia y de todos los demás. Enseña esto a mis queridos hijos y a tus hermanos. Debes dar testimonio a tus hermanos y hermanas de las grandes maravillas del Corazón de mi Hijo Jesús y de mi Inmaculado Corazón, así como del gran amor de estos nuestros Sagrados Corazones por ti. Diles a todos que yo y mi Hijo Jesús te amamos inmensamente y que te tenemos siempre dentro de estos nuestros Sagrados Corazones. Querido hijo, hay muchas almas que se están perdiendo eternamente en el infierno....
Nuestra Señora comenzó a llorar y una gran tristeza me invadió totalmente.
Una parte de mí, que son mis queridos hijos, está ardiendo en las llamas eternas, causando en mi Inmaculado Corazón una herida ardiente, tan profunda y dolorosa!...
¿Una parte de la Señora? -le pregunté.
Sí, una parte de mí, porque soy tu Verdadera Madre y siempre dejo un poco de mí en cada uno de ustedes. Comparto todo contigo, incluso tus sufrimientos con mis dolores como Madre.
Poco después, la Santísima Virgen me enseñó el rosario de las heridas de Su Inmaculado Corazón, para ser rezado todos los días por todos Sus hijos, en reparación a Dios por los pecados cometidos por todo el mundo y por la salvación eterna de las almas en mayor peligro de condenación eterna.
ROSARIO DE LAS HERIDAS DEL CORAZÓN DE MARÍA
Este rosario por Nuestra Señora me enseñó, en su aparición del 11/04/95, a ser rezado por todos sus hijos, en reparación a Dios por los pecados cometidos a lo largo del mundo y por la salvación eterna de las almas.
OFRENDA: Oh Corazón Doloroso y Lloroso de María, te ofrezco este rosario que rezaré meditando sobre el gran dolor y tristeza que te causa la pérdida de innumerables almas, que cada día se hunden eternamente en las llamas del infierno. Lo ofrezco en reparación a Dios, por tantos pecados y blasfemias, que son las causas de la pérdida de estas almas, para que estas mismas almas encuentren gracia y coraje de Tu Corazón Doloroso y Lloroso, obteniendo de Dios, a través de Tu poderosa intercesión, la Salvación Eterna. Amén.
EN LAS CUENTAS DEL PADRE NUESTRO: Jesús Inmaculado, ten misericordia de nosotros, perdónanos nuestros pecados, líbranos de las llamas del infierno. Por la intercesión de la Santísima Virgen María y Sus Lágrimas de Sangre.
EN LAS CUENTAS DEL AVE MARÍA: Oh Corazón de María, abrumado de tristeza por la pérdida de muchos pecadores, salva las almas de tus queridos hijos del peligro de caer en las llamas del infierno.
AL FINAL: Padre Amado, te amo. Madre Amada, te amo.
Padre Amado y Madre Amada, te amo, te amo, te amo (3x)
?IMAGEN?CONSAGRACIÓN AL CORAZÓN DOLOROSO E INMACULADO DE MARÍA
(Enseñado por Nuestra Señora)
Oh Corazón Doloroso e Inmaculado de María, profundamente herido por una herida ardiente y viva. Causado principalmente por la pérdida de muchas almas. Yo, tu querido Hijo, vengo en este momento a consagrarme a tu Corazón más Doloroso e Inmaculado. Prometiendo ser fiel a las enseñanzas de tu Hijo Jesús, especialmente a ese gran Nuevo Mandamiento, enseñado por Jesús en la Última Cena: Amémonos los unos a los otros como yo los amo.
Oh María, Virgen Dolorosa, ten compasión de nosotros e intercede ante tu Hijo Jesús por nuestra salvación eterna.
Consagramos a ti toda nuestra vida, alma y cuerpo, así como toda nuestra familia, a tu Corazón más Doloroso e Inmaculado. Guíanos y protégenos de todo peligro, especialmente de nuestro gran enemigo, alejándolo de nosotros y dándonos fuerza para superar sus seducciones y ataques contra nosotros.
Oh Virgen Más Pura, cúbrenos con tu pureza y ayúdanos a vivir totalmente puros por tu Hijo Jesús, para que como tú, podamos brillar en santidad y así poder ganar la mirada de tu Hijo Jesús por toda la eternidad. Amén.
Oh María Reina del Mundo, reza por todo el mundo y especialmente por Brasil.
Orígenes:
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