lunes, 24 de julio de 1995

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡La paz esté con ustedes!

Queridos hijos, Yo soy la Reina de la Paz, la Madre de Dios y su Madre celestial. Oren mucho, hijitos, oren, oren, oren. No dejen de lado la oración. Oren unidos y en familia. Dios nuestro Señor me envía aquí para invitarlos a la conversión.

Hijitos, siempre me revelo a los pequeños y a los humildes. Los sencillos saben cómo verme y oírme, así que oren por la humildad. Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. ¡Hasta pronto!

Este mensaje, Nuestra Señora me lo dio cuando estaba en casa de un amigo en el barrio San Lázaro. Nuestra Señora desea de nosotros sencillez y humildad para entender la voluntad de Dios en nuestras vidas. Los orgullosos y los soberbios no pueden entender y ver la luz de Dios, porque se han permitido cegar por el diablo. Ayudemos a Nuestra Señora a conducir a la humanidad pecadora, enferma y sin vida al Corazón de Jesús, para que sean sanados y se levanten con fe y coraje en estos últimos tiempos.