sábado, 25 de noviembre de 1995

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡La paz esté con ustedes!

Mis queridos hijos, oren, oren, oren. En esta hermosa noche, el Señor viene a derramar su Santo Espíritu sobre todos ustedes, para enseñarles a orar, para abrir sus corazones, para educarlos a vivir el camino de la santidad.

Oren al Divino Espíritu Santo por su luz y amor divino. Mis pequeños, el Espíritu Santo desea iluminarlos y desea concederles abundantes gracias celestiales.

Su Madre Celestial desea bendecirlos esta noche. Oren más y especialmente el santo rosario. Que el rosario esté siempre en sus manos. Oren más el santo rosario.

Mis pequeños hijos, prepárense más en la oración. Que toda su vida sea una respuesta de amor a su Dios que los ama tanto, y que anhela estar con ustedes más que nunca.

Jesús es dueño de sus vidas mis hijos, pero primero pide permiso para morar en sus corazones. Su respuesta a Jesús es causa de gran alegría para mí. Los amo mis pequeños hijos y les doy mi Inmaculado Corazón para que puedan amar a mi Hijo Jesús como yo lo amo.

Mi Inmaculado Corazón los ayudará a amar a Jesús y les enseñará el camino del amor, la paz y la esperanza.

Jesús, mis hijos, es el Señor del cielo y de la tierra, pero pocos son los que lo reconocen como Señor y Dios. Oren por todos aquellos que reniegan y han renegado de Jesús de sus corazones. Yo, su Madre Celestial, los amo y deseo guiarlos a mi Hijo Jesús. Gracias por su presencia aquí esta tarde y no olviden que sus oraciones son muy importantes para la salvación de muchas almas. Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. ¡Nos vemos pronto!