sábado, 13 de enero de 1996

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

Hoy fuimos a Enseada, una comunidad a una hora de Itapiranga en barco. Fuimos allí para orar con la gente de este lugar que nos invitó. Justo después de la oración, la Madre de Dios apareció. Me comunicó el siguiente mensaje:

Queridos hijos, su comunidad debe estar evangelizando a todos los fieles. Tengan mucho cuidado con los falsos profetas, los falsos cristos que se les presentan a través de los diversos sectas que les prometen una salvación que no dura para siempre y no es la verdadera. Sus enseñanzas erróneas incluso han confundido a mis fieles y a mis hijos más devotos. Deben tener más amor por la Iglesia de mi Hijo Jesús. Siempre deben rezar el Credo para que toda tentación de dudar sobre su fe sea eliminada de ustedes.

Madre de Dios, dígame cómo debemos hablar a la gente sobre lo que dicen: que usted y Jesús solo aparecen a personas santas y no a personas pecadoras y defectuosas como nosotros?

La gente se equivoca al pensar que Yo y mi Hijo Jesús solo aparecemos a los santos, a aquellos que son inmaculados. Todos ustedes son pecadores, porque fueron concebidos en pecado. Solo Yo y mi Hijo Jesús nacimos sin pecado. Recuerden a San Pablo: Pablo perseguía a los cristianos atacando la Iglesia de mi Hijo Jesús hasta el día que mi Hijo Jesús se le apareció y lo convirtió completamente. Fue entonces cuando comenzó a vivir una vida de santidad. Todavía no era un santo, pero estaba luchando por este objetivo hasta el final de su vida. Muchos de sus sermones convirtieron a muchos de mis hijos a mi Hijo Jesús. Él es uno de los grandes santos y un gran e querido hijo mío. Así serán todos ustedes si comienzan a vivir mis mensajes y a poner en práctica el Evangelio de mi Hijo Jesús, amando y respetando su Santa Iglesia, que es la Iglesia Católica y no tiene otra.