lunes, 23 de septiembre de 1996

Mensaje de Nuestro Señor a Maria do Carmo

Mi madre escuchó la voz de Nuestra Señora quien le dijo:

Maria do Carmo, escribe el mensaje:

Quiero que la gente haga las oraciones en sus propios hogares y con sus propios familiares. Elijan un día de la semana para el grupo de oración. Cuando esto esté sucediendo en las familias, será una alegría para Mi Hijo Jesús y para Mí.

Este es el mensaje de hoy, para todas las familias de todo el mundo. Te bendigo: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén. Amén.

Inmediatamente después, Nuestra Señora habló sobre el lugar en nuestra casa donde Ella aparece:

Cuando agranden el lugar que te he pedido, ocurrirán milagros maravillosos. Hasta que esto suceda, ¡no habrá nada concreto! *

Todavía tendrán que aceptarme por mucho tiempo. Yo y Mi Hijo Jesús aún haremos milagros maravillosos aquí en el Amazonas...

Maria do Carmo, escuchó la voz de Jesús, quien confirmó lo que la Virgen le decía:

¡Así es, Maria do Carmo! Te bendecimos en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén. Amén.

Entonces Nuestra Señora habló a Maria do Carmo de nuevo:

Cada ciudad elegida por Jesús y por mí será el lugar para los refugiados, porque todavía es en estos lugares donde estaremos con nuestros corazones abiertos a todos aquellos que buscan refugio. Y aquí en el Estado de Amazonas, el lugar está en su casa (sitio de la primera aparición y de tantas otras) y en la ciudad de Itapiranga, allí en la Santa Cruz.

(*) Nuestra Señora pidió en una aparición a Maria do Carmo, que agrandara el lugar donde se realizan oraciones y apariciones en su casa, advirtiéndole que mucha más gente vendría a rezar junto con ella y su hijo Edson. Este lugar es la habitación antigua de su casa. Hasta la fecha Maria do Carmo aún no había hecho lo que la Virgen le había pedido. Por eso reforzó su llamamiento para que se cumpliera lo antes posible.