Mensajes a Edson Glauber en Itapiranga AM, Brasil

 

sábado, 4 de enero de 1997

Mensaje de Nuestro Señor a Edson Glauber en Manaus, AM, Brasil

 

Soy la Paz. Te doy mi paz. No la paz que viene del mundo, sino la paz que viene del cielo, que viene de mi Sagrado Corazón.

Queridos hijos, soy vuestro Salvador. Soy vuestra Salvación eterna y vuestro querido Padre. Orad y convertíos. Orad por mis queridos sacerdotes. Mis queridos sacerdotes se sienten tan solos, ¡tan indefensos! Sed un consuelo para ellos, y acudid a ellos con mi Paz y mi Amor.

Hijos, nunca juzguéis a ninguno de mis sacerdotes, porque no os corresponde a vosotros, sino a mí, juzgarlos. Sois responsables de llevar mi Amor puro y santo a todos mis amados hijos, siendo obedientes a ellos en todo. Vuestra desobediencia a mis representantes, en este mundo, hiere mucho mi Corazón.

Hijos, os amo, os amo, os amo con todo mi Sagrado Corazón. Nunca os alejéis de la Sagrada Comunión. La Sagrada Comunión soy yo vivo en persona: cuerpo, sangre, alma y divinidad, entrando en vuestros corazones para nutriros y ayudaros en vuestra miseria humana. Todos sois mis amados hijos y os amo.

Hijo, dile a todos mis sacerdotes que no se desanimen. A todos ellos, les he dado el poder de tocar los corazones más endurecidos y de superar todos los males, de los que el mundo es víctima hoy en día. Si todos los sacerdotes entendieran el poderoso valor de su ordenación sacerdotal y del muy santo sacramento que han recibido de mis manos, nunca abandonarían su vocación.

Hijos sacerdotes, una vez más os repito: ¡despertad, despertad, despertad! Deseo daros todas las gracias. Venid a mi Sagrado Corazón y al Inmaculado Corazón de vuestra Bienaventurada Madre. Os pido, de nuevo, una gran obediencia a mi querido Papa, que sufre tanto por cada uno de vosotros. Me grita, pidiendo fuerza para llevar a cabo la gran misión que he confiado en sus Manos.

En este momento Nuestro Señor apareció cerca del Papa Juan Pablo II. Jesús se acercó a su lado y colocó su brazo izquierdo sobre él, y con su mano derecha, estaba mostrando al Santo Padre su Sagrado Corazón. Jesús lo besó en la frente y muy amablemente dijo:

Descansa, amado hijo, aquí en mi Sagrado Corazón, y encuentra tu descanso. Extrae de mi Sagrado Corazón todas las gracias necesarias para ti y para todos mis hijos a lo largo del mundo.

Entonces Jesús habló a todos nosotros:

Hijos, os sostengo en mis manos y por mis manos os guío a lo largo de mis caminos: caminos de verdes pastos, pero también caminos llenos de piedras y espinas. Sed pacientes. Yo también tuve que llevar una pesada Cruz para salvaros. ¡Ánimo! ¡No os rindáis! Os doy, en este momento, mi amor eterno. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén. ¡Hasta pronto!

Orígenes:

➥ SantuarioDeItapiranga.com.br

➥ Itapiranga0205.blogspot.com

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