sábado, 15 de febrero de 1997

Mensaje de Nuestro Señor a Edson Glauber

¡Mi paz esté con todos ustedes!

Mis amados y queridos hijos: Yo soy su Salvador, su gran amigo, aquel en quien pueden confiar.

Hijos, Yo soy su Luz, y vengo a ustedes todos, para darles mi santo mensaje: Mis pequeños, los amo de una manera especial. Son amados por mí de una manera tan hermosa. Muchos de ustedes aún no entienden este Santo Amor mío.

Mis hijos: quien me ama, ama a su prójimo. Nunca guarden tristeza en sus corazones. Quien me ama, guarda mis mandamientos. Hijos, quien verdaderamente me ama y ama a mi Santísima Madre ya no ama al mundo, porque el mundo ya no es de ninguna importancia para estas personas. Quien ama mi palabra es quien brilla en mi presencia, pues es una luz fuerte que ilumina a todos mis otros pequeños que yacen en la oscuridad.

Satanás intenta, a toda costa, destruir esta obra santa que Yo y mi Santísima Madre hemos comenzado aquí en el Amazonas. Tengan cuidado. Estén vigilantes. Presten mucha atención a aquellos mensajes que no les enseñen la verdad predicada por la autoridad de Mi Santa Iglesia Católica. Los mensajes de Satanás son amargos, agrios y no dan fruto. Los frutos solo pueden nacer y dar fruto abundante cuando los mensajes provienen únicamente de Mí y de Mi Santísima Madre. Oren, oren, oren, para que Satanás se aleje lejos de todos ustedes. Solo deseo paz y unidad. Oren, oren mucho.

Yo soy su paz. La paz vendrá a ustedes a través de Mi Sagrado Corazón y el Inmaculado Corazón de mi Santísima Madre.

Amados hijos, siempre he estado a su lado. Nunca los abandono. Son tan preciosos a mis santos ojos, que aún no se dan cuenta de este gran amor que tengo por ustedes. Mi santo amor es para todos mis hijos en todo el mundo.

Hijos, vivan mis mandamientos ahora, pues los conducirán a la eternidad. Queridos hijos, solo aquellos que viven el amor en sus familias, en su vida diaria, podrán sentir mi santa presencia. Hijos, piensen: cuando viven el amor, Yo estaré allí para rociarlos con mis bendiciones. Yo soy amor, así que cuando aman, soy Yo amando a través de ustedes. Allí estoy en medio de ustedes.

Mi hijo, dile a mis pequeños que los amo. Los amo a todos. A todos ellos les envío mi bendición: los bendigo: en el Nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén. ¡Nos vemos pronto!

Quien me ama ya no vive para sí mismo, sino para mí y a través de mí. ¿Me amas? Entonces vive lo que te pido.

En este momento Jesús me enseñó una oración:

Señor Jesús, aumenta mi fe, renovándola con tu Amor Divino y tu Santa Luz, para que pueda servirte y seguirte verdaderamente. Jesús, confío en ti. Amén.

Queridos hijos: ¿quieren seguirme? Entonces entreguen su voluntad a mí, entreguen todo a mi Sagrado Corazón. Quiten todos los obstáculos. Denme sus dificultades, para que pueda resolverlas, porque Yo soy la solución a todo.