sábado, 20 de julio de 2002

Mensaje de San José a Edson Glauber en Candelù, TV, Italia

San José se apareció con el Niño Jesús, y me dieron el siguiente mensaje:

Hijo amado, siempre estoy a tu lado y nunca te abandono. Mi Corazón Santísimo te vigila, porque eres especial para el Señor, quien te ha preparado para difundir al mundo la devoción a mi Corazón. Reza, reza, reza, y de esta manera la gracia del Señor descenderá sobre ti cada vez más abundantemente.

Hijo mío, nunca te sientas solo. Siempre he estado y siempre estaré a tu lado, con mi Esposa María Santísima y mi amado y querido Jesús. Te amamos y queremos que crezcas en la perfección, viviendo una vida de plena santidad. Déjate guiar por Dios. El Señor tiene grandes planes para cumplir en tu vida. ¡Qué importante eres en la obra del Señor! El Señor va a obrar grandes maravillas haciendo que mi Corazón sea mejor conocido en el mundo. Hasta ahora todo se está cumpliendo según Su Santísima Voluntad. Te agradezco en su nombre, por todo lo que haces y por tu entrega y disposición.

Que Dios siempre te bendiga, te proteja y te guarde de todo mal y peligro. Recibe mi bendición ahora: en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

El Niño Jesús me dijo:

Ama, ama, ama a mi Padre Virginal José y así siempre cada vez más cumplirás mi voluntad. Te bendigo: en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

Inmediatamente después, San José continuó hablando:

Vivir el silencio es el primer paso para vivir la santidad, pues el silencio ayuda al alma a crecer en humildad, haciéndola entender a través de la luz de Dios Su Santísima Voluntad. De esta manera, el Señor santifica a aquel que en silencio busca comprender su amor y quien busca su gracia.

El silencio es precioso para quien quiere crecer en virtudes y perfección. Medita, medita, medita estas palabras mías y vive esta enseñanza mía y serás agradable a Dios. Mañana te enseñaré otras cosas. ¡Duerme bien y que descanses!