sábado, 26 de mayo de 2007

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡La paz esté con ustedes!

Mis pequeños, Yo soy su Madre celestial y los amo mucho. Mi Corazón está lleno de amor y de las gracias de Dios. Estas gracias mi Hijo Jesús me permite dar a todos aquellos que se acercan a Mi Corazón con confianza y amor. Honren el Corazón de su Madre, mis pequeños, y encontrarán en él el amor de Dios. Mi Corazón arde de amor por ustedes, por el deseo de salvarlos de la oscuridad y del camino del pecado. Oren, oren, oren para que sean ricos en el amor de Dios, quien derrama su bendición más poderosa en esta noche. Oren y canten al Espíritu Santo. El Espíritu Santo es el dulce consolador. El que puede sanarlos y aliviarles en sus dolores y aflicciones. Tengan fe en Dios y tengan fe en Mi intercesión ante Él sin dudar jamás y tendrán toda gracia.

Esta tarde pedí una gracia y bendición especial a la Virgen para mi madre que estaba sufriendo mucho con un dolor severo en la pierna y estaba postrada en cama. Nuestra Señora me dijo:

Su madre sufre para que muchas almas se salven y reciban gracias en sus vidas. En verdad, a través de sus dolores y sufrimientos está obteniendo para sí misma, para sus hermanos y para muchos de Mis hijos la gracia de la conversión y el retorno a Dios. Estoy de su lado, defendiéndola con Mi manto protector contra los ataques del enemigo infernal, quien ha arremetido violentamente contra ella, porque no quiere la conversión de sus hermanos y muchas almas, pero dígale que entregue todo en las manos de Mi Hijo Jesús y la victoria será cierta. Dios siempre gana y ganará.

Mis pequeños, gracias por sus oraciones y por su presencia aquí esta noche. Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!