miércoles, 20 de junio de 2007

Mensaje de San José a Edson Glauber - Fiesta de su Sagrado Corazón

¡La paz esté con vosotros!

Mis hijos, yo soy el Bendito Esposo de la Bendita Virgen, el Justo del Señor. Vengo esta noche con mi Divino Hijo para conceder las gracias que Dios me permite distribuir con todos aquellos que honran y celebran mi Sagrado Corazón.

Mi Corazón exulta de alegría esta noche, al veros reunidos aquí en oración. Os digo, hijitos, que aquellos que buscan mi ayuda e intercesión no serán abandonados por mí. Deseo conducir a todas las personas a Jesús y María. Estos son tiempos de gran gracia. Os amo y os digo que hagáis de vuestras vidas una ofrenda de amor a Dios, así como yo ofrecí mi vida a Él desde la más tierna infancia.

Hijos, rezad por aquellos que viven en la oscuridad del pecado. ¡Cuántas almas destruidas en el pecado! El diablo está enfurecido y quiere mostrar su rostro vergonzoso en Brasil con violencia y odio. Rezad para detenerlo ayunando y orando, porque si no escucháis este llamamiento mío, veréis cosas tristes sucediendo en vuestro país.

Dios ya os ha comunicado tantos mensajes. No seáis fríos y egoístas al no escucharle a través de los mensajes de la Bendita Virgen, y ahora, a través de este mensaje mío. Recibid las llamadas del cielo en vuestros corazones, mis hijos.

Cuántos sacerdotes en la oscuridad, porque no oran y no son fieles a Dios. Muchos sermones de los sacerdotes hoy en día no tocan los corazones de los fieles, convirtiéndolos, porque muchos tienen sus almas podridas en el pecado. Aquellos que están en pecado no pueden recibir la gracia y la luz de Dios para iluminar a otros. Jesús dijo: ¿puede un ciego guiar a otro ciego? No, queridos hijos. Si queréis ser luz para vuestros hermanos, primero convertíos y arrepentíos de vuestros pecados, y entonces la gracia de Dios os abrazará. Mi Corazón ama mucho a Dios y a la Virgen. Si queréis pertenecer al Señor y a la Virgen, acercaos a mi Corazón y os enseñaré a amarlos. Os bendigo a todos, y a vuestras familias con mi bendición, la bendición de la paz y el amor, unidos a mi Hijo: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¡Amén!