domingo, 24 de junio de 2007

Mensaje de Nuestro Señor a Edson Glauber

En esta noche, Jesús apareció vestido todo de blanco, y hoy tenía una hermosa túnica blanca cubriendo su cabeza. Se veía hermoso y majestuoso, pero su rostro era de tristeza. Estaba mirando fijamente a todas las personas que estaban presentes en la aparición. De repente sus ojos brillaron intensamente llenándose de lágrimas y una resbalaba de su ojo izquierdo deslizándose por su rostro. Jesús dijo:

¡La paz sea con ustedes!

Hijo mío, consuela mi Corazón. Dile a tus hermanos que oren y se conviertan. Cuando mis mensajes sean conocidos por todos mis hijos, mi Corazón se consuela, porque muchos volverán a mí. Les digo a todos: vuelvan, vuelvan, vuelvan ahora. ¡Oh humanidad, no se alejen de mí! ¿Por qué caminan por el camino que conduce al gran abismo donde está el fuego que quema y devora todo en sus llamas ardientes?

Mira, hijo mío, cuánta ingratitud recibo de los hombres. Haz algo. Oren y sacrifíquense. Nunca reclamen sus derechos, porque lo que perderán en este mundo por mi reino, pero regocíjense por lo que recibirán en el cielo, en la vida eterna. Todavía estoy esperando para darles la bienvenida a mis brazos. Los bendigo: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¡Amén!