Mensajes a Edson Glauber en Itapiranga AM, Brasil
martes, 2 de octubre de 2007
Mensaje de San Miguel Arcángel a Edson Glauber

¡La paz de Jesús, María y José esté contigo!
Hijo del Señor, vengo del cielo por orden de Jesús y María. El Señor desea tu conversión. Sé de Dios viviendo y escuchando los llamados de la Bienaventurada Virgen. Ella está intercediendo cada día por la salvación de la humanidad. ¡Cuánto desea que todos los hombres acojan y obedezcan sus insistentes llamados! Cada mensaje de la Virgen es una gran luz concedida a los hombres para curarlos de su ceguera espiritual. Quien acoja los mensajes con su corazón será bendecido delante del Señor. Vive, vive, vive los llamados que la Virgen ya te ha transmitido. Nosotros, todos los coros de Ángeles y Arcángeles, estamos atentos a las órdenes del Señor. Estamos todos preparados. Cuando Él diga: ¡Basta! ¡Basta de tanto mal y desobediencia!, actuaremos por sus órdenes, y la humanidad será sacudida por grandes acontecimientos, pero aquellos que pertenecen al Señor, aquellos que tendrán el sello del Cordero, marcados por el signo de la cruz y con su preciosa sangre, serán salvados y protegidos. Reza, reza, reza. Yo, San Miguel Arcángel, te bendigo: en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. ¡Hasta pronto!
Esta noche, San Miguel te pidió que rezaras la oración enseñada en Fátima:
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, te adoro, profundamente, y te ofrezco la preciosa sangre, cuerpo, sangre, alma y divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los tabernáculos de la tierra, en reparación por las ofensas, sacrilegios e indiferencia con los que Él mismo es ofendido y por los méritos de su Sagrado Corazón y por la intercesión del Inmaculado Corazón de María y del *Corazón Castísimo de San José, te pido la conversión de los pobres pecadores.
Mi Dios, creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por aquellos que no creen, no adoran, no esperan y no te aman.(3x)
(*) Aquí sentí ya hace algunos años que debía poner el Corazón Castísimo de San José en la oración, y cada vez que rezo así, el Señor me hace sentir en mi corazón lo agradable que es para Él rezar de esta manera.
Después de haber rezado esta oración tres veces San Miguel me dijo,
Siempre reza esta oración. Cada vez que rezas esta oración harás enmienda por tantas ofensas y agravios dirigidos a Dios.
Orígenes:
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