Mensajes a Edson Glauber en Itapiranga AM, Brasil
domingo, 2 de diciembre de 2007
Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

En este día San Francisco se me apareció y me dijo:
Arrodíllate y reza ahora pidiendo al Señor estas gracias y haz la vuelta en este lugar bendecido por Su presencia, donde quiso mi cuerpo estuviera.
Hice como me pidió y de rodillas oré dando vueltas frente a su tumba en Asís. Pedí su intercesión por algunas intenciones particulares y me dijo:
No temas nada. Yo también tuve mis miedos y anhelos, cuando el Señor me llamó para cumplir su obra. Puse todo en sus manos y en su corazón y me lancé confiadamente a sus brazos.
Siempre reconoce tu pequeñez, porque solo Dios es grande y digno de todo honor y gloria. Somos solo sus servidores indignos que por su gracia y misericordia han sido llamados a servirle para hablar de su gran amor y proclamar sus maravillas.
Siempre sé humilde, porque Dios siempre eleva a los más pequeños e insignificantes a los ojos de los hombres, pero que son ricos en las gracias más santas y conocen sus misterios. Y derriba a los orgullosos y poderosos que están vacíos y más pobres que los pobres de esta tierra, porque peor que la pobreza material es la pobreza espiritual, porque los humildes y sencillos pobres siempre tendrán el consuelo y la ayuda del Señor, pero los pobres en espíritu y en las cosas del cielo serán aquellos a quienes el Señor ha dicho que incluso lo que tienen lo perderán y se dará a otro que tiene más, porque son pobres en obras de amor y no han hecho fructíferos sus dones y talentos.
Siempre estoy a tu lado para ayudarte.
Agradecí a San Francisco por su protección e intercesión. Y él me bendijo.
Orígenes:
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