sábado, 11 de septiembre de 2010

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

Paz, mis queridos hijos, ¡la paz de Jesús para todos ustedes!

Hijos míos, con mi Corazón en mis manos, les suplico que regresen a Dios viviendo verdaderamente la conversión en sus vidas.

Hijitos, si quieren pertenecer a Dios, este es el momento adecuado. No pierdan más tiempo.

No se dejen engañar por el diablo o por las cosas e ilusiones del mundo. Solo en Dios está su verdadera felicidad. Decidan ahora por Dios y Él un día les dará la gracia de la salvación. El Señor es bueno y misericordioso con todos aquellos que lo buscan sinceramente con un corazón arrepentido por sus pecados. Regresen, hijos míos, regresen a Dios.

No quieran tener lo que no es suyo y pertenece solo al Señor. Lo del Señor es del Señor. Todo lo que es para la obra de Dios solo debe servir a la obra de Dios. Aquellos que se acercan a la obra de Dios para su propio beneficio, si no enmiendan sus pecados y se arrepienten, nunca verán la luz de Dios y el cielo, pues se están condenando, yendo por el camino que conduce al infierno.

Arrepéntanse, arrepéntanse, arrepéntanse. Mis ojos maternales y los ojos santos de Dios lo ven todo. Sean humildes, reconozcan sus errores y enmienden sus pecados, y así la luz de Dios brillará sobre todos los que regresen a nuestros Corazones y pidan perdón. Oren, hijos míos, oren para que el diablo no los venza con las cosas del mundo. Sean fuertes. ¡Luchen contra él! Oren el rosario. Oren el rosario. Oren el rosario con amor y con su corazón. ¿Aún no han entendido que el rosario es el arma que les doy para derrotar al diablo y todo mal?

Oren, oren, oren. Los bendigo: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!