martes, 7 de diciembre de 2010

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber en Vigolo, BG, Italia

¡Paz, mis queridos hijos, paz!

Mis hijos, Yo, vuestra Madre Celestial, os amo mucho y estoy feliz de que estéis aquí esta noche. Rezad, mis hijos, rezad mucho. Cuando os invito a la oración, quiero que entendáis que la oración es un encuentro precioso con Dios vuestro Padre. Dios os espera en la oración para llenaros de grandes gracias.

Son tiempos malos. ¡Cuántos de mis hijos están caminando por el camino del pecado y una vida sin Dios! Sed los primeros en consolar el Corazón de mi Hijo Jesús y el Corazón de vuestra Madre, porque muchos mensajes os he dado primero.

Muchos ya saben qué hacer y cómo vivir, pero no escuchan mis palabras como una Madre, porque no se entregan verdaderamente en mis manos, para que pueda guiarlos a Jesús. Convertíos, mis hijos. Es tiempo de conversión. Es tiempo de un cambio de vida. Abrid vuestros corazones a Dios ahora. Él os llama hoy, así que volved a Él sinceramente dejando las cosas que os alejan de Él.

Jóvenes, jóvenes, sed de Dios. Jesús se entregó al Padre por vosotros. Dadlo todo a mi Hijo, para que podáis recibirlo todo de su misericordioso Corazón. Quien ama perdona, mi Hijo os ha dado el ejemplo: amad y perdonad, vosotros también. Os amo y hoy os perdono por los tiempos que aún no habéis sido fieles a mis llamadas. ¡Coraje! Vuestra Madre Celestial ha venido a ayudaros. Tened confianza y todo saldrá bien. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¡Amén!