sábado, 22 de abril de 1995

Mensaje de Nuestra Señora

Queridos hijos, hoy con mucho AMOR y Afecto, quiero bendecirlos a todos nuevamente. Queridos hijos, ¡les pido incansablemente que se conviertan!

¡Conviértanse! ¡Conviértanse! ¡Conviértanse!

Les pido a todos que abran las puertas de sus corazones a Mí, para que pueda entrar con la Gracia de DIOS, para cambiar sus corazones.

Los amo mucho, y deseo que sus corazones sean puros, ¡para glorificar a DIOS intensamente!

Hijos Míos, sobre todo, busquen la conversión! Busquen al Señor, para que la conversión se haga cada vez más presente en ustedes.

Sigo pidiendo la conversión, cambio, decisión por DIOS. Si deciden por DIOS, entonces ÉL colocará al Espíritu Santo en sus corazones.

Oren, queridos hijos, el Santo Rosario todos los días! Solo así caerán las espinas de Mi Inmaculado Corazón.

Hoy ¡les llega una sorpresa!

Los bendigo en nombre del Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo".

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo

"- Hijos Míos, hoy, con Mi Sagrado Corazón inflamado de AMOR, vengo a hablarles, para consolarles con Mi AMOR.

YO SOY el Principio y el Fin, el Alfa y la Omega, el Cordero de DIOS, ¡que ahora les habla!

Hijos Míos, ustedes que son Mis AMADOS, Mis queridos hijos, adoren verdaderamente Mi Corazón nuevamente, y déjense guiar por Mí, para que con la LUZ de Mi Corazón, pueda despejar el camino para ustedes!

Hijos Míos, Mi Sagrado Corazón anhela por ustedes! y clama para que regresen a Mí. He enviado a Mi Santa Madre en muchas partes del mundo, y aquí, ¡cuánta Misericordia estoy derramando sobre ustedes!

Mi Santa MADRE es enviada por MÍ, para que todos ustedes regresen a MÍ!!

Ustedes, con sus pecados, renuevan Mi Amarga Pasión, desgarrando Mi Corazón, como una vez desgarraron Mi carne.

Por la Flagelación, no quedaba Carne en Mi Espalda, solo Pedazos colgando de la Piel.

De Mi Cabeza, Coronada con Espinas, la SANGRE se escurría y lavaba Mi Cabello, y empapaba Mi Rostro con SANGRE.

El dolor era tan grande. Anhelaba con ansias a cada uno de ustedes. Cada día Mi Corazón anhela por ustedes, ¡y quiere su corazón!

Ustedes se niegan a su ayuno a Mi MADRE, ELLA que les pide sacrificio, para que pueda derramar Misericordia sobre ustedes, ¡pero se niegan a Mi MADRE algo tan pequeño! ¡Tratan sus bocas como reinas! cuando la Verdadera Reina es Mi MADRE.

YO SOY la Presencia Penetrante a sus corazones!

YO SOY el Cordero de DIOS que les habla, Hijos Míos!

YO SOY Jesús! YO SOY el Alfa y la Omega! YO SOY el Principio y el Fin de sus vidas.

¡Prostérnense ante Mí! Adoren, adoren Mi SANGRE, porque Mi SANGRE, hijos, eleva sus almas, porque Mi SANGRE, hijos, dignifica sus corazones y los hace pertenecer a MÍ, quien SOY su DIOS.

Como los buitres que descienden sobre los cadáveres, así también, hijos, sus almas, lejos y distantes de Mí, son como cadáveres que los buitres, los demonios, los ángeles malignos, atacan con toda fuerza, porque ustedes permiten que los demonios los seduzcan, que los dominen, que reinen sobre ustedes! en lugar de preferir a Mi REY.

Judas Me intercambió por solo treinta monedas de plata, Hijos Míos, pero ustedes. Ustedes Me intercambian por cosas aún más pequeñas! Cualquier inmundicia, cualquier plato envenenado que el enemigo les dé, lo comen e intercambian por Mis Gracias.

Ustedes, Hijos Míos, no saben cómo reconocer Mi Voz! No saben lo que quiero que sepan!

Justo ayer les envié ese Mensaje. Estoy cansado de esperar su conversión. ¿Por qué su dureza de corazón? ¿Por qué su desafección? ¿Por qué su odio hiere Mi corazón?

Cada Sacrificio que hacen, lo recibo en la Eucaristía. Cada pecado suyo, Hijos Míos, ¡es una Lágrima de SANGRE!! que rasga Mis Ojos, y los Ojos de Mi MADRE.

Mi Mano, Mi Mano que les extiendo para levantarse del polvo del pecado, para levantarse, hijos, del abrevadero, del pocilga donde se revuelcan como cerdos en el barro, como cerdos en el barro del pecado, Mi Mano que les extiendo para regresar a MÍ, está en esta Mano, herida por ustedes en la Cruz, está en ella que escupen, negando Mi AMOR, rechazando MÍ, Mi PADRE.

Hijos Míos, como si no fuera suficiente para Mi MADRE venir a ustedes, Mi MADRE venir a ustedes y llevarlos a MÍ, ahora vengo a llamarlos, Hijos Míos, pero. ustedes no Me responden.

Ustedes, hijos, con oración, con adoración, pueden explotar la tapa de su tumba, que les impide levantarse, que les impide alcanzar MÍ! Pero porque no oran con su corazón, no oran de rodillas, arrepintiéndose ante Mí, permanecen en la oscuridad de su pecado.

Quien planta mal!! mal cosechará. Quien siembra entre lágrimas, por amor de Mí!! con sonrisas cosechará de nuevo.

¡Conviértanse y cambien su vida!!