Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil
domingo, 31 de diciembre de 1995
Mensaje de Nuestra Señora

Queridos hijos, les deseo a todos Paz y el AMOR del Señor. Esta noche, queridos hijos, la última del año, abro mi Inmaculado Corazón para darles la bienvenida a este Corazón en las últimas horas de este año que está a punto de terminar.
Ha sido un año muy importante, un año de Gracia, marcado por una Presencia muy fuerte la Mía, cada día, en medio de ustedes.
Fue un año decisivo para el TRIUNFO DE MI Inmaculado Corazón. Doce jóvenes fueron completados, las estrellas que brillarían en Brasil, alrededor de mi Cabeza, y ahora, queridos hijos, mi Plan tendrá su pleno apogeo.
Todos los eventos que yo les predecí antes comenzarán a cumplirse, queridos hijos, y, finalmente, mi Inmaculado Corazón TRIUNFARÁ.
Les invito a entrar al Año Nuevo, no en disipación, no en alboroto y ruido, queridos hijos, sino en oración, en recogimiento, en intimidad con DIOS y en adoración.
Les invito a consagrar el Año Nuevo que nace, desde los primeros momentos, a mi Corazón y al Sagrado Corazón de Jesús. De esta manera verán, queridos hijos, cada día y cada momento, mi Presencia y la Presencia de Jesús aumentar con cada uno de ustedes.
¡No teman! No entren al Año Nuevo, queridos hijos, con tristeza, con desesperanza, ¡no! Llenen sus corazones de alegría y esperanza, porque el Año que comienza es el Año de la Unión! Deben, queridos hijos, colocar la unidad como la intención particular y especial de sus oraciones.
El próximo año deseo, queridos hijos, elevar a cada uno de ustedes a un grado muy grande de santidad. No pequen, no echen a perder, queridos hijos, el Plan de DIOS, el Plan que DIOS me manda cumplir en cada uno de ustedes!
Colaboren con la OBRA del Salvador orando, haciendo penitencia, intercediendo por la conversión de los pobres pecadores.
¡Nada está aún perdido mientras sea posible que se diga solo un Ave María!
Estoy con ustedes como la Madre de la Paz, como la Mensajera del AMOR, como la Señora de las Gracias, para derramar, queridos hijos, todos los Dones que DIOS me ha dado.
Mis Manos son como compuertas de las cuales hago fluir sobre ustedes las Gracias del AMOR DIVINO.
Jesús, queridos hijos, los invita a subir por esas escaleras, esas escaleras que les mostré en una de las Apariciones: - la Escalera de la Santidad, con la flor de la humildad, de la sencillez, con la flor de la pureza, la flor del amor, la flor de la fortaleza, con la flor, queridos hijos, de la perseverancia, y finalmente, con el regalo más hermoso, la Rosa del AMOR.
Vivan, queridos hijos, todos los Mensajes que durante este año les dejo, y seguiré dándoles. Gracias, hijitos, por todo el amor y por haber respondido a mi llamado este año. Gracias por el amor que desean por Mí.
No pequen más, no ofendan a DIOS más, no me hagan más, hijos, derramar Lágrimas de SANGRE por ustedes.
Los bendigo a todos en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. (pausa) Permanezcan en la Paz del Señor".
Orígenes:
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