lunes, 15 de enero de 1996

Mensaje de Nuestra Señora

Primer Mensaje de este Día

"- Queridos hijos, deseo que cada uno viva con amor los Mensajes que les doy.

Son una prueba de Mi AMOR por ustedes!

No quiero que sus corazones estén manchados por el pecado, el odio, la envidia. Renuncien a todo lo que es malo, a todo lo que es pecado.

El amor a DIOS implica renunciar y cambiar actitudes! Que cambien su actitud de pecado y actúen en la santidad de DIOS!

Que el Rosario sea rezado por todos, cada día, como renuncia al pecado, y SÍ a DIOS, a través de Mí.

Ofrezcanse dócilmente a Mí, porque quiero grabar en cada uno Mi imagen y lo que soy, para ofrecerlos inmaculados al PADRE.

Gracias por su amor a Mí!

Los bendigo en nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo".

Segundo Mensaje para este día

"- Continuo dando Mis Mensajes, que ustedes no viven, y no saben cómo escucharlos con amor.

Si pudieran saber y sentir lo que tengo dentro de Mí, cada vez que desciendo del Cielo para dejar un Mensaje en la tierra, simplemente por el AMOR que hay en Mí, vivirían estos Mensajes totalmente en sus vidas, y los vivirían en total y extrema santidad.

Cada Mensaje es una carta de AMOR que Cristo envía a Sus hijos, para mostrarles que no están solos, sino que la Misericordia de DIOS siempre puede acompañarlos.

Así es como desciendo del Cielo como LLUVIA Y MENSAJE DE PAZ, trayendo Paz, trayendo el Mensaje que escucho de la Santísima Trinidad!

Escuchen el llamado a la conversión! Renuncien a los vicios! Son muchos ustedes los que, en el escondite de sus vidas, continúan caminando con los vicios, imaginando que no veo lo que hacen.

No pueden servir a DIOS y al mundo! Deben elegir un camino: el Cielo, o la condenación.

Son invitados por Mí a elegir el camino de la salvación. Prometo al que elige el camino de la salvación, Mi Protección Maternal, como tantas veces les he dicho, que estoy a su lado, que no los dejaré solos en el camino de vivir la santidad conmigo.

Poco creen y confían en Mí! Así, queridos hijos, su corazón continúa hundirse cada vez más en el pecado, en los placeres carnales, y en todo lo que no viene de DIOS.

Es difícil para Mí obtener un alma que verdaderamente viva Mis Mensajes de santidad.

Cuando a menudo Me doy la espalda, muchos comienzan a vivir como si nunca hubieran oído hablar de Mí, y de Mi Hijo.

Si verdaderamente aman Mi NOMBRE, y el NOMBRE de Mi Hijo Jesús, grabados en sus corazones, hagan lo que esos NOMBRES les dicen: "Vivan en Gracia y Santidad!

Busquen la salvación viviendo la santidad.

Queridos hijos, que Mis Mensajes un día no se conviertan para ustedes en la razón para darse cuenta de que han vivido todo el tiempo en el odio, sino que Mis Mensajes sean la curación, la paz, la beatitud, la santificación que Yo personalmente invito a cada uno a vivir.

Que el Rosario diario sea un nuevo deseo de santificarse, y un nuevo SÍ a DIOS, en la dirección de esa santidad que les muestro, que no es la felicidad que propone el mundo, o que la gente imagina que es, sino la felicidad que brota, que emana del Corazón del PADRE.

La santidad es renunciar a todo pecado y a toda obra del mal, y abrazar todas las obras del Espíritu Santo.

De esta manera también se llenarán del AMOR que viene de Mí.

Los bendigo con afecto, en Nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo".