domingo, 18 de junio de 2006

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo

Dichosa el alma que alaba a mi Santísima Madre llevando el Santo Medal de la Paz. Dichosa el alma que guarda los días de mi Santísima Madre porque ella siempre será su paz y protección. Dichosa el alma que honra las imágenes de mi Madre porque un día será honrada ante mis ángeles en el Cielo. Dichosa el alma que exalta y bendice a María, mi Madre, porque recibirá mi Misericordia de mí y será feliz en el Paraíso. Dichosa la ciudad que honra a mi Madre con las campanas a la hora del Ángelus cada día porque tendrá paz y protección constante. Dichosa la ciudad que obedece los Mensajes de mi Santísima Madre porque encontrará Misericordia para esta ciudad ante mí en el Día del Juicio Final. Mi Corazón cumplirá todas estas bendiciones a los verdaderos hijos de mi Madre que son mis verdaderos seguidores. Paz.