lunes, 13 de agosto de 2007

(Lunes) - Fiesta del Santo Nombre de María

Mensaje de la Muy Santa Virgen María

Soy la Bienaventurada Virgen María Madre de DIOS. Mi nombre dado por DIOS Mismo y traído por los propios Ángeles de DIOS para ser puesto sobre Mí, siempre será la fuente de Paz, Luz y Salvación para todos Mis hijos a lo largo del mundo! Mis verdaderos devotos que Me aman, que Me honran, que alaban y bendicen Mi Nombre disfrutan sin cesar; los beneficios, las gracias, la paz y la luz que Mi Nombre mismo contiene.

A través de la invocación confiada de Mi Nombre, ¡cuánto de Mis hijos han obtenido gracias de santidad y salvación no solo para sí mismos, sino para tantas otras almas!

A través de la invocación confiada a Mi Nombre, ¡cuántos de Mis hijos se han alejado de las tentaciones, han reconocido y superado las trampas del diablo! Han triunfado sobre el pecado y el mal y han llegado sanos y salvos al paraíso celestial!

A Mi Nombre, abierto al Padre Eterno concede todas las bendiciones de Su Misericordia! Mis verdaderos devotos, que invocan Mi Nombre con fe y seguridad, obtienen del Señor DIOS Su Misericordia, Su piedad y Su benevolencia.

Mi Nombre para los pecadores, para los pecadores obstinados que no quieren convertirse, que no quieren renunciar a sí mismos, para ser Mis verdaderos hijos. Para ellos Mi Nombre es un tormento, ¡porque continuamente recuerdan Mis virtudes que no quieren imitar! Continuamente recuerdan la existencia de DIOS nuestro Señor, quien Me creó y quien Me dio un Nombre tan excelente! Recuérdales que un día tendrán que dejar este mundo, tendrán que comparecer ante el Señor y rendir cuentas de todas sus acciones, pensamientos, palabras y omisiones!

Mi Nombre, para ellos no es una señal de esperanza, como lo es para Mis verdaderos devotos e hijos. Quienes en la hora de la muerte invocan Mi Nombre, como siempre lo han hecho a lo largo de sus vidas, exhalan suavemente y dulcemente en Mis brazos.

Mi Nombre en la hora de la muerte es miel para Mis hijos, suavizan los tormentos de la agonía, y hacen que el alma ascienda al Cielo sin dificultad ni terror.

Mi nombre es terror para Satanás! ¡Es fracaso para los planes del infierno! ¡Es aniquilación para todos los ardis del mal!

¡Bienaventuradas las almas que invocan Mi Nombre y Le dan honor y alabanza todos los días de sus vidas! En el Cielo les daré el conocimiento y un disfrute único, particular, accidental de las gracias efectivas contenidas en Mi Nombre.

A ti Marcos, que amas Mi Nombre, y que desde muy joven ya eras llamado Marcos María por tu gran amor y devoción a Mí. A ti hoy te bendigo, y también bendigo a todos Mis hijos que obedecen Mis Mensajes sinceramente! Quienes renuncian a su propia voluntad y se entregan completamente a Mí".