domingo, 26 de diciembre de 2010

Especial Cenáculo de la Fiesta de la Sagrada Familia

Mensaje de Nuestra Señora

¡Mis amados hijos! Hoy traigo de nuevo a Mi DIVINO HIJO JESÚS EL REY DE LA PAZ en mis brazos, para que Él los bendiga con Su Paz, los llene de ella de tal manera que pueda rebosar, hasta que sus corazones y almas se desborden con Su Divina Paz!

Solo el camino en DIOS es Paz. Solo la vida en DIOS es Paz. Solo el alma que está en DIOS es Paz.

Cuando el alma camina el camino del perfecto cumplimiento de la voluntad de Dios, se puede decir que está en Paz, se puede decir que vive en Paz aunque atraviese muchas tribulaciones y contratiempos. Nada la detiene, nada la cansa, nada la derriba, nada detiene su paso, porque su fuerza interior es invencible, es la fuerza que nace de la certeza del cumplimiento de la voluntad de Dios y de estar viviendo la verdadera vida en Dios.

La fuerza del alma que es Dios, la fuerza del alma que vive el camino al que Dios la ha llamado es invencible! Aunque los mares se rebelen, aunque las olas se estrellen contra el barco de su fe, su alma y su corazón no podrán hundir su barco, porque quien lo conduce es Aquel que estuvo con los Apóstoles en el Mar de Galilea y ante las tormentas y los vientos no permitieron que se hundiera el barco de los Apóstoles, aunque parecía dormido. Y a su debido tiempo se levantó y ordenó a los vientos y al mar que se calmaran, que se silenciaran, y se hizo la paz.

De la misma manera, será la vida de todos aquellos que cumplen fielmente la voluntad del Señor, aunque naveguen por los mares cubiertos de sombras y atormentados de esta vida, a su debido tiempo Dios les dará la Paz eterna. Esa Paz de la que habló San Pablo, que excede todo entendimiento, todo entendimiento, que el mundo no tiene, que el mundo no puede poseer, no puede comprar y no puede perder. Porque esta Paz solo se puede encontrar en Dios y en la verdadera vida en Dios.

Por eso vine aquí como LLUVIA Y MENSAJE DE PAZ, para ofrecerles esta Paz, para darles esta Paz, para enseñarles que esta Paz, la verdadera Paz solo se puede encontrar en Dios: viviendo una verdadera vida en Él y en el perfecto cumplimiento de Su voluntad, aunque no sea su voluntad. Solo en Dios se puede encontrar la Paz, y solo cuando el hombre se niega a sí mismo, abraza la cruz de Jesús y camina siguiendo cada día de su vida, dondequiera que vaya y dondequiera que conduzca el alma.

Esta Paz solo está en Dios y Dios solo se encuentra cuando el hombre se niega a sí mismo. Entonces, Dios se revela al alma y Él da todo Su amor y está tan lleno de Paz por la verdad que conoce, por el bien que disfruta y por la alegría que demuestra que tiene verdadera Paz, capaz de cambiar todo el mundo e incluso todos los mares y océanos de la Tierra, son nada comparados con la grandeza, la extensión y la profundidad de esta verdadera Paz!

Vengo a enseñarles que la verdadera y única Paz, solo la encontrarán en su vida, cuando su vida sea una verdadera vida en Dios y cuando su camino sea el camino de Dios.

A todos ustedes en este tiempo, con el REY DE LA PAZ y con mi Esposo JOSÉ, LOS bendigo generosamente y les pido que continúen rezando todas las oraciones que les he dado aquí y ¡no se desanimen!

MI INMACULADO CORAZÓN TRIUNFARÁ, a pesar de las personas, a pesar del mundo, a pesar de sus convenciones y sus pactos,

MI INMACULADO CORAZÓN TRIUNFARÁ, y el mundo conocerá una era de Paz, porque el mundo conocerá DIOS y entonces encontrará la verdadera Paz.

A todos bendigo NAZARÉ, BELÉM, y JACAREÍ. Vayan en la Paz del SEÑOR".

MARCOS: "-Agradezco a la Señora por prometernos quedarse con nosotros durante el próximo año, porque sabemos que será muy, muy difícil. Pero con ustedes estoy seguro de que superaremos todo y que un día seremos victoriosos en su Triunfo y finalmente podremos vivir y rezar en paz".