Mensajes para John Leary en Rochester NY, EEUU

 

miércoles, 24 de febrero de 2010

Miércoles, 24 de febrero de 2010

 

Jesús dijo: “Mi gente, en el Antiguo Testamento recuerdan cómo Sodoma y Gomorra fueron destruidas por fuego y azufre por sus estilos de vida pecaminosos e implacables. Hoy, están viendo en la primera lectura cómo yo me arrepentí de la destrucción de Nínive porque se arrepintieron y se pusieron cilicio y ceniza. Estos son Mis ejemplos de justicia y misericordia. También tienen un don del Espíritu Santo llamado ‘temor de Dios’ que en realidad es un temor a ir al infierno por hacer el mal. Hay dos maneras de evitar ir al infierno. La primera es más deseable en el sentido de que quieren amarme y no ofenderme con el pecado. Si realmente aman a alguien, entonces trabajarían para hacer todo por amor a esa persona. Así que es amándome a Mí y a su prójimo que entonces serán dignos del cielo. San Pablo dijo que sin amor, todo lo que hacen es nada. La segunda manera de llegar al cielo es hacer cosas para que no sean juzgados al infierno. El temor al infierno es una preocupación real ya que les he mostrado cómo las personas en el infierno en sus cuerpos de alma son feas, tienen una combustión constante de llamas, son atormentados por los demonios, y sobre todo no verán Mi rostro ni amarán de nuevo por toda la eternidad. Ver cómo sufren las almas en el infierno debería ser un incentivo para Mis evangelizadores para llevar tantas almas como sea posible al cielo para que esas almas puedan evitar el infierno. Pero no nieguen ninguno de estos caminos al cielo por amor o por temor al infierno. Si se concentran en amarme a Mí y a su prójimo, entonces saben que yo los salvaré del infierno.”

María dijo: “Mis queridos padres, esta escena en la visión de cuando fui abortada y morí, fue un momento muy traumático para mi madre. Quiero saludar a mis padres y a mis hermanas porque estoy en el cielo con David, mi hermano, que también murió después de una vida corta. Estamos orando por todos ustedes allá arriba. A menudo se preguntaban qué estaba causando los ruidos extraños en las escaleras como si alguien estuviera caminando escaleras arriba. Aquí es donde morí y les estaba dando algunas señales, pero no lo conectaron con mi muerte. Me alegró que me preguntaran el nombre y me honraran en la granja de Norbert. Podrían honrarme aún más si pudieran enmarcar este mensaje con mi nombre ‘Mary Leary’ y colocarlo junto a la foto de mi hermano David. Sé que este mensaje puede ser difícil de escuchar y entender, pero he estado esperando el momento adecuado para compartir mis sentimientos de amor por todos ustedes. Recuerdennos como sus hijos que siempre están listos para interceder por ustedes en sus oraciones. David ya ha logrado algunos hermosos milagros. Así que cuando oren a David, piensen también en mí.”

Origen: ➥ www.johnleary.com

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