domingo, 21 de marzo de 2010

Domingo, 21 de marzo de 2010

Jesús dijo: “Mi gente, en unas pocas semanas celebrarán la Pascua y el Domingo de la Divina Misericordia. El Domingo de la Divina Misericordia les permite recibir Mi misericordia siguiendo los requisitos de esta devoción que les permitirá limpiar toda la reparación debida por todos sus pecados pasados. Esta devoción es un regalo de Dios al hombre, y no como otras devociones que hacen a Mí y a los santos, que son del hombre a Dios. Esta misericordia Mía se extenderá a todos en Mi próxima experiencia de la Advertencia. Todos al mismo tiempo en todo el mundo tendrán una revisión de vida fuera del cuerpo, fuera del tiempo de todas sus acciones. Algunas personas tienen experiencias de muerte o cercanas a la muerte donde tienen revisiones de vida, un mini-juicio, y son devueltos a sus cuerpos. Todos tendrán una experiencia similar en la Advertencia de venir ante Mí en Mi Luz para recibir una iluminación de su conciencia para que sepan el verdadero bien del mal, ya que juzgaré todo lo que hayan hecho, ya sea correcto o incorrecto. Todos, sin importar la religión o no, sabrán que solo a través de Mí pueden entrar al cielo. Fue Mi sacrificio en la cruz el que los liberó de sus pecados. Es necesario solo que digan que lo sienten por sus pecados y pidan Mi perdón, y sus pecados serán limpiados en la Confesión. Los dejé en la tierra con Mi Presencia Real en Mi Bendito Sacramento de la Misa. Estoy verdaderamente Presente en cada Hostia consagrada y en el Vino consagrado. Solo les pido que Me reciban en la Sagrada Comunión dignamente sin ningún pecado mortal para que puedan evitar cualquier pecado de sacrilegio. Quiero reprender los comentarios del sacerdote visitante cuando afirmó que Yo no estaba en Mi tabernáculo. Esto está bordeando la herejía porque Estoy verdaderamente Presente en Mis Hostias que se guardan en Mi tabernáculo. Los invito a visitar Mi tabernáculo y Adorarme porque Estoy sacramentalmente Presente entre ustedes. Dios el Espíritu Santo está en ustedes ya que son templos del Espíritu Santo, pero Mi Eucaristía es un misterio de Mi Presencia Real. La Advertencia es parte de Mi Divina Misericordia al dar a cada alma la oportunidad de ser salvada. Su enfoque estará en todos sus pecados reales no perdonados y pecados de omisión. Muchos desearán la Confesión después de la Advertencia, y será la mejor oportunidad de los guerreros de la oración para evangelizar a las almas, especialmente esas almas en su familia. Después de la Advertencia, los eventos conducirán al próximo Anticristo que comenzará la tribulación. Oren por Mi protección en Mis refugios ya que Yo y los ángeles los protegerán de los malvados.”