viernes, 6 de agosto de 2010

Viernes, 6 de agosto de 2010

Viernes, 6 de agosto de 2010: (Fiesta de la Transfiguración)

Jesús dijo: “Mi gente, Mi Transfiguración fue una breve revelación de Mi Cuerpo glorificado a Mis apóstoles, San Pedro, San Santiago y San Juan. Ellos también vieron a los profetas Elías y Moisés para que pudieran entender que Yo era verdaderamente el Mesías profetizado por los profetas. Mis discípulos también experimentaron las palabras de Mi Padre celestial en la nube: ‘Este es Mi Hijo amado, escuchadle.’ (Mateo 17:5) Este fue un adelanto de Mi Resurrección cuando Mis apóstoles Me volverían a ver en Mi Cuerpo glorificado completo con Mis heridas. Quiero hacer algunos comentarios sobre lo que sucede cuando una persona muere y tienen su funeral. Algunos asumen erróneamente que todos los que mueren van al cielo. Cada alma viene ante Mí en su juicio particular mientras yo reviso la vida de esa alma ante él o ella. Muy pocas almas van directamente al cielo que hayan sufrido su purgatorio en la tierra. Algunas almas son juzgadas al infierno, mientras que las almas restantes son juzgadas a varios niveles del purgatorio. Si no están en el purgatorio, sus oraciones irán a otros miembros de la familia que estén allí. Las oraciones nunca se desperdician y se aplican a los necesitados. Incluso como fui resucitado, todos Mis fieles deben buscarme en el cielo. En el día del último juicio, solo entonces serían resucitados y unidos a su cuerpo glorificado, si fueron juzgados para estar conmigo en el cielo. Este es tu objetivo estar conmigo en el cielo por toda la eternidad.”

Jesús dijo: “Mi gente, para aquellos que lleguen a Mis refugios, estarán satisfechos tanto en alma como en cuerpo. Verán milagros tras milagros de curación cuando beban el agua de manantial como en Lourdes, Francia. Piensen en no tener cáncer, no tener problemas cardíacos, no tener diabetes y no tener diálisis. Tendrán perfecta salud y vivirán hasta el tiempo de Mi Era de Paz. Toda su comida y agua serán proporcionadas. Solo necesitan ayudarse mutuamente en la preparación y distribución de los alimentos. Todos tendrán su propia vivienda y mucho tiempo para orar y agradecerme por curarlos y alimentarlos. Cuando tengan buena salud, su vida será mucho más agradable. Mis ángeles los protegerán de cualquier daño por parte del malvado mundo. Regocíjense en este tiempo de Mi victoria sobre el mal. Incluso aquellos que son martirizados serán hechos santos instantáneamente en el cielo. Cuando sigan Mis caminos, tendrán su recompensa en la tierra y en el cielo.”