lunes, 9 de agosto de 2010

Lunes, 9 de agosto de 2010

Lunes, 9 de agosto de 2010:

Jesús dijo: “Mi gente, en el Evangelio elegí pagar el impuesto del Templo, aunque les dije a Mis apóstoles que deberíamos estar exentos de pagarlo porque Yo era el Maestro. Sí elegí una manera milagrosa de proporcionar la moneda que debía obtenerse atrapando un pez. Es inusual encontrar una moneda en la boca de un pez, y mucho menos en el pez que los apóstoles iban a pescar. Este milagro se realizó más para el beneficio de la fe de Mis apóstoles, que solo para pagar el impuesto del Templo. Una de las leyes de Mi Iglesia es ayudar en su apoyo financiero. Así como necesitan dinero para dirigir un negocio secular, también se necesita dinero para una iglesia y su personal, que es un deber de los feligreses mantener su iglesia viable. Pagué el impuesto del Templo para honrar este deber de aquellos que asisten. Así que Mis fieles deben seguir Mi ejemplo al apoyar su propia iglesia. No todos tienen la misma capacidad para ayudar a su iglesia. Les he pedido a las personas que diezmen sus ingresos para todas las organizaciones benéficas a las que contribuyen. He bendecido a las personas con Mi abundancia, por lo que algunos son más capaces de hacer donaciones sustanciales a Mi Iglesia que otros. Apoyen a sus pastores según sus finanzas lo permitan, y también estén dispuestos a orar por sus sacerdotes y donar su tiempo según sus talentos. Al compartir su riqueza, su talento y su tiempo, estarán acumulando tesoros en el cielo para su juicio.”