viernes, 1 de octubre de 2010

Viernes, 1 de octubre de 2010

Viernes, 1 de octubre de 2010: (Santa Teresa de Lisieux)

Santa Teresa dijo: “Mi querido hijo, me alegra saludarte de nuevo, y ayudarte en tu misión. Sé que tienes muchas responsabilidades en tus deberes terrenales y tus deberes espirituales, pero Nuestro Señor te ha recordado varias veces que es tan importante hacer tu tiempo mínimo de oración. Mi tiempo de oración con Jesús siempre fue una alegría, y mucho más deseable que mis deberes terrenales. A veces puedes sentirte presionado a hacer tantas cosas, pero es importante mantener la paz en tu alma y llevar a cabo tus tareas según te lo permita el tiempo. No sobrecargues tu día con más cosas de las que tienes tiempo para lograr. Siempre limita tus objetivos a algo que sea alcanzable, y no te preocupes por algo que no tuviste tiempo de hacer. Sé capaz de pedirle a Jesús que discierna cuáles son las tareas más importantes que hacer primero. Si otros intentan cambiar tu discernimiento del orden, simplemente diles que está en tu lista de tareas pendientes. Frustrarse por qué hacer primero, o cómo encontrar suficiente tiempo para hacer todo, no debería hacerte perder la paz. Haz el mejor discernimiento, y haz lo que más se necesita. Nunca lograrás todo, así que no dejes que el maligno intente apresurarte e inquietarte. Rezo por ti en tu misión, así que llámame en tus necesidades con oración.”

Jesús dijo: “Mi pueblo, mi gente de la Misa diaria y mis fieles adoradores en la Adoración son el núcleo de mis guerreros de la oración en los que más dependo para las oraciones y la evangelización. Estas son mis almas especiales que tendrán un gran tesoro en el cielo por todas sus horas de Misas, rosarios y Adoración. Estas almas tienen una relación de amor más profunda conmigo todos los días. Una vez que vas más allá de tu deber de la Misa dominical, realmente estás llamado a compartir toda tu vida conmigo en tus problemas y actividades diarias. Quiero que mis fieles mantengan su enfoque en mí amándome y ayudando a su prójimo por amor a mí. Cuando entregas tu voluntad a mí en todo lo que haces, entonces puedo usar tu trabajo para salvar más almas. Da alabanza y gloria a mí todos los días, incluso como mis ángeles y santos me rinden homenaje en el cielo todos los días. Cuanto más te acercas a mí, más te estás preparando para tu vida conmigo en el cielo.”