martes, 25 de enero de 2011

Martes, 25 de enero de 2011

Martes, 25 de enero de 2011: (Conversión de San Pablo)

Jesús dijo: “Mi gente, la lectura de hoy habla de la milagrosa conversión de Saulo cuando le hablé, y quedó cegado por Mi Luz y se cayó de su caballo. Más tarde, recuperó la vista, y se transformó de fariseo a San Pablo, uno de Mis misioneros más poderosos para los gentiles. No todos tienen una conversión tan milagrosa y obvia. Algunas personas, que tienen adicciones, pueden tardar mucho en sanar malos hábitos con drogas, alcohol, computadoras, juegos de azar o comer en exceso. Se necesita paciencia, oraciones y, a veces, milagros para cambiar la vida de las personas. Tu propia adicción a la programación de computadoras fue casi una conversión instantánea. Esto te dejó abierto a decir sí a Mi llamado para tu propia misión. Pablo es tu nombre de Confirmación, y San Pablo debería ser una inspiración para que sigas trabajando para evangelizar almas. Da alabanza y gracias a Mí por todas las personas que se han convertido a la fe, o se han reconvertido a su antiguo fervor por la fe.”

Jesús dijo: “Mi gente, tus representantes gubernamentales finalmente entendieron el mensaje de que están gastando demasiado dinero, y necesitan equilibrar el presupuesto. Hay muchos lugares para hacer recortes en el gasto actual. Tu guerra podría reducirse porque no parece haber ninguna ganancia por su costo. Todos los departamentos deberían hacer recortes para que todos compartan el dolor. Las prestaciones necesitan recortes y una cura para el fraude. Muchas personas están haciendo trampa con sus impuestos. Las únicas personas que están aumentando sus ingresos año tras año son los ricos. Así que los ricos deberían pagar más impuestos a menos que puedan demostrar que están agregando empleos a la economía. Están en una mejor posición para ser gravados por cualquier aumento anual. Si las personas están pagando lo que les corresponde, y algunos están haciendo recortes en sus subsidios, podría haber una oportunidad para equilibrar el presupuesto. La posición obvia es que tu país no puede permitirse todas las cosas que estás gastando más allá de tus ingresos fiscales. Si algunos avances se detienen por grupos de interés o partidismo, entonces te diriges a la bancarrota. Encontrar una solución justa tendrá dolor para todos, pero será mucho mejor que los presupuestos de austeridad forzados cuando tus financiadores de deuda se nieguen a asumir más de tu deuda. Echa un vistazo a los países extranjeros con problemas de deuda que fueron obligados a programas de austeridad y los disturbios en las calles. Las soluciones bipartidistas exigirán compromisos si se va a lograr algún progreso. Tu gente necesita rezar para que tu presupuesto pueda equilibrarse, o estarás mirando disturbios en las calles.”