lunes, 7 de enero de 2002

Lunes, 7 de enero de 2002

Mensaje de Jesucristo dado a la Visionaria Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, EE. UU.

"Soy tu Jesús, nacido Encarnado. Hermana mía, he venido a hablarte sobre la crítica hacia los demás. La crítica puede ser buena o mala. Pocos lo toman a pecho. Es buena si se expresa dentro del contexto de encontrar una solución a un problema continuo. Entonces, la crítica constructiva debe mantenerse dentro de los límites del círculo de personas que pueden lograr el cambio."

"Sin embargo, con demasiada frecuencia, la crítica tiene sus raíces en el mal. Este tipo de crítica puede hablar de los pecados e imperfecciones de los demás. Esta es una forma de autojustificación, porque poco esfuerzo se dedica a descubrir fallas en uno mismo, pero mucho esfuerzo se gasta en examinar las imperfecciones de los demás."

"El orgullo adopta otra forma en este tipo de crítica. La incapacidad de soportar las imperfecciones de los demás revela un defecto en el Amor Santo y la Humildad Santa. El que escoge y elige a quién tolerará y tratará con gracia es orgulloso. Además, si ves una imperfección en el Amor Santo en otro –o crees verla–, no le hables de ella, sino reza por él. Presumir el papel de consejero espiritual, cuando no lo eres, es arrogancia."

"Otra trampa en la crítica es juzgar los motivos del comportamiento de los demás. No sabes lo que hay en el corazón de otro, ya sea inocencia, ignorancia o malicia. Una vez más, evita la presunción."

"La buena crítica constructiva edifica y une. La crítica mala destruye y divide. Cada uno haría bien en tomar a corazón estos puntos que te he dado hoy."