Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil

 

domingo, 6 de marzo de 2011

Mensaje del Arcángel San Rafael

 

Queridos Hermanos, YO, RAFAEL, servidor del Señor, de María Santísima, los saludo con todo mi Amor y les doy la Paz nuevamente.

"Venid a mí y los curaré de todos los males espirituales y los curaré incluso de los males corporales que son la voluntad del Señor que yo cure en vosotros, para su mayor gloria, la del Señor, para la mayor edificación de las almas y para vuestro mayor bien y provecho. Y así, podréis disfrutar de verdadera salud espiritual para ser los dignos luchadores del Señor y de la Madre de Dios, quienes sin ninguna fatiga, debilidad o cansancio luchan por ellos para difundir la luz de Su Amor, Su gracia, Su Paz, Su Salvación en la tierra.

Venid a mí y los curaré de todos los golpes que habéis recibido de Satanás a lo largo de vuestra vida, es decir, de esas heridas que Satanás ha infligido en vuestras almas a través de las tentaciones a las que habéis consentido, y que incluso después de vuestra conversión y arrepentimiento han dejado profundas marcas en vuestras almas, que han debilitado vuestra voluntad y les han impedido decidirse firmemente por el Señor, por Su Amor, por la conversión. Para que de esta manera pueda volver a darles una voluntad firme, decidida, ardiente para amar solo al Señor y ser únicamente y completamente Su, para que en vuestra voluntad no haya debilidad, ninguna vacilación, ninguna indecisión en servir al Señor, en amar solo a Él con toda la fuerza de vuestro corazón y alma.

Venid a mí y los curaré de los golpes que habéis recibido del mundo y que han abierto tantas y tantas heridas en vosotros. Vosotros como seres humanos estáis sedientos y hambrientos de amor, pero habéis buscado el amor en criaturas, en el mundo, habéis buscado el amor donde no existía, habéis buscado el amor donde nunca pudo ser encontrado. Y de las criaturas habéis recibido solo ingratitud, traición, maldad, indiferencia, hielo y frialdad, y así vuestras almas fueron heridas por este gran rechazo y negativa a amarlos, por este rechazo de vuestra persona. Y esto ha abierto en vuestras almas heridas profundas que tantas veces los hacen sufrir, los hacen sangrar espiritualmente, es decir, sentir que tan a menudo están solos, no amados, no aceptados y así fácilmente caen en el torbellino de la tristeza, la soledad y el desánimo. También quiero curarlos de estas heridas vertiendo en vuestras almas bálsamo, bálsamo de amor divino que cierra toda herida, que llena y colma todo corazón y que, sobre todo, graba profundamente en el corazón donde vierto el bálsamo la fe pura, completa, total y cierta del amor de Dios por el alma, amor inmutable, amor eterno, siempre constante, siempre fiel y perenne.

De esta manera el alma disfruta de una profunda alegría, una profunda alegría interior que nada puede destruir o hacer cesar, porque cree y se ve amada para siempre por Dios, se ve involucrada en el amor de Dios y luego atrapada en este amor, se regocija y en él no hay más lugar para la soledad, la tristeza o el desánimo. De esta manera encuentra la fuerza para luchar y para seguir caminando en la fe incluso si no encuentra en las criaturas el amor, la aceptación o la comprensión que deseaba. Y no se cansa en el camino, porque se mueve por el amor de Dios y no por el amor humano. De esta manera cumple lo que se dijo en las Sagradas Escrituras:

'Volarán como alas, no se cansarán, sino que caminarán y no se cansarán'.

¿Quiénes son estas almas? Son las almas que ya están llenas del amor de Dios, que ya no buscan el amor de las criaturas y por lo tanto, porque solo buscan el amor de Dios y porque están llenas de Él porque Me lo pidieron y porque les di el bálsamo del amor de Dios, no se cansan, no se cansan y por lo tanto nunca dejan de caminar. Yo verteré este bálsamo sobre vuestras almas cada vez más, todo lo que tienen que hacer es pedírmelo, todo lo que tienen que hacer es orar a Mí, todo lo que tienen que hacer es llamarme y vendré como una Enfermera Celestial para curar y cerrar todas estas heridas en vuestras almas.

Venid a mí y también los curaré de las heridas que vosotros mismos os habéis causado, es decir, buscando la satisfacción de vuestros deseos y vuestros apetitos sensibles, las heridas que vosotros mismos habéis abierto en vosotros buscando el mal, bebiendo las aguas envenenadas del pecado, Satanás y los placeres de este mundo. Y así habéis matado en vuestra alma la vida de la gracia, o habéis abierto en ella heridas profundas, habéis abierto en vuestra alma profundos cánceres y úlceras que hasta hoy matan vuestra alma poco a poco y le roban la fuerza para ser valientes, ardientes, fieles en el servicio del Señor y de María Santísima.

Curaré las heridas causadas por vuestro amor propio, vuestras vanidades, vuestro apego a vuestra voluntad desordenada, a vuestra forma de pensar, de juzgar, a vuestros criterios humanos con los que tan a menudo intentáis moldear la voluntad de Dios a la vuestra, y que así abren en vuestras almas heridas fatales que matarán la vida de la gracia santificante en vosotros más día o menos. Para que, estando totalmente libres de estas heridas, vuestras almas puedan disfrutar de una salud espiritual total y perfecta, y con esta salud podáis servir al Señor, sin ninguna mancha de amor propio, apego a vosotros mismos y a vuestra voluntad, a vuestra forma de pensar y juzgar las cosas. Para que de esta manera, creyendo fielmente, amando fervorosamente y obedeciendo al Señor y a la Santísima María, pueda cumplirse en vosotros el plan del Señor y de la Madre de Dios, que hasta ahora ha estado tan dañado por estas heridas que existían en vosotros.

YO, RAFAEL, los curaré a todos, basta con que se entreguen a la profunda oración, meditación y unión conmigo, y gradualmente los devolveré a esa pureza interior, a esa plenitud de gracia y vida que teníais cuando salísteis de las aguas del bautismo e incluso más porque cuanto más dais, más quiere el Señor darse a vosotros!

Yo, mis queridos hermanos, los bendigo a todos en este momento con todo mi Amor y les digo:

CONTINUAD HACIENDO LA HORA DE LOS SANTOS ÁNGELES CADA MARTES A LAS 9:00 EN LA NOCHE.

Orad mucho a Nosotros los Ángeles durante vuestro día, elevad vuestros pensamientos a Nosotros, llamadnos y Nosotros los guiaremos, cuidaremos, iluminaremos, ayudaremos en vuestras dificultades y les mostraremos cada vez más el mejor camino para servir al Señor, a la Madre de Dios y ayudarles en la salvación y conversión de vuestros hermanos.

A todos, en este momento los bendigo generosamente y especialmente a Marcos, el más esforzado y querido de mis hermanos. Paz".

Orígenes:

➥ MensageiraDaPaz.org

➥ www.AvisosDoCeu.com.br

El texto de este sitio web se ha traducido automáticamente. Por favor, disculpa cualquier error y consulta la traducción al inglés.