jueves, 24 de marzo de 2011

Jueves, 24 de marzo de 2011

Jueves, 24 de marzo de 2011:

Jesús dijo: “Mi gente, en esta historia del Evangelio (Lucas 16:19-31) del hombre rico y Lázaro, pueden ver cómo aquellos que sufren en la tierra y son fieles a Mí, recibirán la promesa de un lugar en el cielo. Pero aquellos que son ricos para sí mismos y no se preocupan por los necesitados, podrían encontrarse con un castigo eterno en las llamas del infierno. Tu cuerpo muere, pero tu alma vive para siempre, y es la elección de cada persona por sus actos lo que determina dónde estará. El cielo, el infierno y el purgatorio sí existen, y estos son tus únicos destinos posibles. Si eliges seguirme amándome, obedeciendo Mis Mandamientos y sirviéndome a Mí y a tu prójimo, entonces podrías sufrir un tiempo en el purgatorio, pero algún día estarás conmigo en el cielo. Aquellos que Me rechazan y no siguen Mis Mandamientos, ni ayudan a su prójimo, están eligiendo el camino ancho al infierno. En el infierno las almas sufren una sensación eterna de ardor, pero no son consumidas por las llamas. El alma es un espíritu, pero sufrirás los tormentos de los demonios, y nunca Me volverás a ver. Las almas en el infierno están totalmente desesperanzadas y Me odian, pero es la elección del alma estar en el infierno. Les doy a cada alma en la tierra una oportunidad de ser salvada, incluso hasta el último aliento. Ver almas en el infierno y cómo sufren, debería ser una inspiración para Mis fieles para tender la mano y salvar tantas almas como puedan de ir al infierno. Aprendan de este Evangelio que tu mejor elección es estar con Aquel que te ama en el cielo, en lugar de estar con el diablo que te odia en el infierno.”

Jesús dijo: “Mi gente, tienen muchas intenciones que rezan por su propia elección. En este momento quería darles una intención especial para rezar por la gente en el avión, e incluso por todas las almas en Trinidad. Pídanle al Espíritu Santo que les dé las palabras que tocarán los corazones de la gente para acercarse más a Mí en sus vidas. Cada país tiene sus propios problemas particulares, pero los pecados de cada país están pidiendo reparación por los pecados de su propia gente. Esto es especialmente cierto en tu misión a Trinidad. Cada persona que conozcan es otra alma que necesita oraciones. Ofrezcan todas sus oraciones y sufrimientos por la gente en su avión y por toda la gente de Trinidad también.”