Mensajes de diversas orígenes
sábado, 3 de mayo de 2025
Preparad Vuestros Corazones, Preparad Vuestras Almas Y Preparad Todo Lo Necesario En Estos Tiempos De Hambre, No Sólo Material, Sino Espiritual
Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a Christine en Francia el 28 de abril de 2025

El Señor - Oh hija, déjate penetrar por Mi Divina Misericordia e invita a Mis hijos a entregarse al primer Refugio, que es Mi Divino Corazón. Rezadme sin cesar y estaréis en el refugio de Mi Corazón, rodeados y bañados por Mi Santa Presencia y la de Mi divina y purísima Madre, María.
Hijos, no temáis, sino preparaos en la oración, ¡que la sabiduría llene vuestros corazones! No inclinéis vuestros corazones a las insinuaciones del Diablo, sino permaneced vigilantes, en silencio, con vuestro corazón unido al Mío y al de Mi Santísima Madre. En el silencio del corazón encontraréis el camino, lejos de las multitudes siempre adormecidas por la ilusión. No temáis, sino preparaos en silencio para recibir cerca de vosotros Mi Santa Presencia; venid a recibirme en el divino Sacramento de Mi Eucaristía, venid a adorarme en Mis Sagrarios donde resido y en el Santísimo Sacramento expuesto. Venid, hijos, y poneos en silencio, en silencio junto a Mi Corazón. Venid y refugiaos en el Refugio que Yo soy, y no tengáis miedo: mil pueden caer a vuestro lado, pero si permanecéis Conmigo y en Mí, no caeréis ni tropezaréis, sino que levantaréis incluso a los que caigan, mostrándoles el Camino de Vida que Yo soy.
Estad atentos, pues es tiempo de preparación, de silencio, de recogimiento. No temáis, pero no perdáis el tiempo; el Maligno, más astuto que nunca, utiliza todo tipo de artimañas para dispersaros e impedir que cumpláis esta preparación que os permitirá resistir en el tiempo venidero. Que el miedo no penetre en vuestras moradas, expulsadlo con la oración y la fe en Mi Santa Presencia. Nosotros -el Padre, la Madre y Yo- estamos siempre a vuestro lado y velamos por vosotros sin cesar. Pedid a vuestro ángel que os guíe durante este tiempo de preparación, que es tanto espiritual como material. Dejad que os ayudemos sabiamente, sed metódicos y diligentes, y entonces estaréis preparados. Aplicaos también a cumplir bien vuestros deberes humanos, no con prisa, sino con sabiduría y regularidad, sin miedo.
Hijos, preparaos en silencio y, en silencio, encontrad la fuerza; la fuerza os será dada, pero rezad sin cesar, hijos, porque el Diablo es astuto y os engaña continuamente. Preparaos en la fe, con vuestros corazones en la Sabiduría Mía, y Yo os daré toda la fuerza que necesitéis. ¡No os alejéis de Mi Santa Presencia! No es tiempo de distracciones, sino de preparación; preparad vuestros corazones, preparad vuestras almas y preparad todo lo necesario en estos tiempos de hambre -no sólo material, sino espiritual- y, sobre todo, hijos, mantened la fe y la confianza: nunca seréis abandonados ni olvidados.
Los azotes de la tierra serán amargos y dolorosos, pero confiando en Nuestros dos Corazones unidos y en la oración constante que os une a Nuestros dos Sagrados Corazones, saldréis victoriosos de las pruebas. Sabed refugiaros en Nuestros dos Sagrados Corazones y sed obedientes y fieles a Nuestros mandamientos de amor.
En estos tiempos, lo que se os da a ver o a oír «por casualidad» nunca es por casualidad, sino por preparación. Que vuestros corazones permanezcan unidos a los Nuestros, y el camino os será trazado. Sea cual sea el camino -el de la preparación, el de la oración, el del silencio y el recogimiento-, vigilad, hijos, y orad. Velar es estar en silencio o en el silencio del corazón para escuchar nuestras llamadas, nuestras recomendaciones. Estad vigilantes y atentos, porque nuestras voces, en silencio, os hablan y os guían. Sé consciente de todo lo que se te ha encomendado hacer y hazlo. No permanezcas sordo o distante de Nuestras llamadas, Nosotros que tenemos un camino que mostraros a cada uno de vosotros, para que caminéis con Nosotros hacia donde queremos que estéis y hacia donde queremos llevaros.
Llegará un momento en que sea necesario trasladarse, así que no os demoréis, poned vuestras cosas en orden, el tiempo ha sido dado para que lo cumpláis.
Hijos, en silencio, mantened vuestro corazón constantemente unido al Nuestro y no perderéis el camino ni seréis engañados. Pero debéis estar vigilantes y atentos, escuchando Nuestros divinos Corazones y caminando por Nuestra senda. Si te alejas de Nosotros, te perderás en los meandros de la humanidad ocupada en no hacer nada. Tú, permanece en silencio, atento, y oirás Nuestras voces guiándote, llamándote. Allí donde necesitéis estar, allí estaréis, y si alguien se pierde, será alcanzado y liberado. No escuchéis las voces del mundo, sino que, en silencio, preparaos en secreto, y venceréis las mil insidias y tentaciones.
Hijos, Mi Misericordia es infinita: venid a Mi Misericordia, entrad en Mi Misericordia, y el azote del miedo se alejará de vosotros. En el silencio, venid y escuchad Mi voz, venid, escuchad Mis llamadas y no dejéis de orar. Orar es escuchar, orar es entrar en el silencio para caminar por Mi sendero. Te espero en el camino y en todas las encrucijadas de los caminos, para revestirte de Mi protección, bajo Mi manto de amor, para liberarte de los tentáculos y de los pulpos, y para liberarte de las mentiras del mundo. Cumplid vuestros deberes de estado, pero venid a Mi Luz y seguid Mi camino.
Yo te sostengo en Mi amor y te acuno con Mi Presencia. Reza y permanece en Mí sin cesar, reza para que no oigas nada más que a Mí.
Te llamo a la vigilancia, a la prudencia, a la templanza y a la acción en silencio.
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