Queridos hijos, María Inmaculada, Madre de todos los Pueblos, Madre de Dios, Madre de la Iglesia, Reina de los Ángeles, Auxilio de los Pequeños y Misericordiosa Madre de todos los hijos de la tierra, mirad, hijos, hoy Ella viene a vosotros para amaros y bendeciros.
Hijos, pueblos de la tierra, vivid vuestra fe con sencillez, no descuidéis la oración, pero lo más importante es las obras de caridad que hacéis cada día. La fe en Dios es ciertamente oración, pero sobre todo es vuestro comportamiento hacia los más necesitados, estar cerca de aquellos que más lo necesitan y, ante todo, en la unidad entre vosotros hermanos y hermanas. Si estáis unidos entre vosotros, entonces bellos actos y hermosas obras brotarán de vuestros corazones.
No os encerréis, no os limitéis a vuestro pequeño mundo, mirad más allá y veréis que no faltarán personas a quienes podréis dar un poco de vuestra caridad, sin olvidar nunca, y repito, esto es muy importante, que cuando volváis a la casa del Padre no tendréis bolsillos, todo quedará en esta tierra, así que sed generosos ¡En el Nombre de Dios!
Estas son cosas que traen consuelo al Sacratísimo Corazón de Dios!
Repito: “UNIDAD ENTRE VOSOTROS ANTES QUE NADA MÁS!”.
ALABANZA AL PADRE, AL HIJO Y AL ESPÍRITU SANTO.
Hijos, Madre María os ha visto a todos y amado a todos desde lo más profundo de Su Corazón.
Os bendigo. REZAD, REZAD, REZAD!
LA MADONNA ESTABA VESTIDA DE BLANCO CON UN MANTO AZUL; LLEVABA UNA CORONA DE DOCE ESTRELLAS EN LA CABEZA Y BAJO SUS PIES ESTABAN SUS HIJOS TOMADOS DE LAS MANOS..
Fuente: ➥ www.MadonnaDellaRoccia.com