María Santísima esté con vosotros, como Mujer del amor y la caridad.
Sed siempre según lo que desea vuestro Padre en los Cielos; que vuestro camino sea siempre uno de Amor, no retraséis el cumplimiento de Su Plan al difundir las dictaciones; todo pronto será como se ha anunciado. Cuando todo esté completado, el mundo entero caerá completamente en manos del enemigo infernal y la luz será oscuridad, el sol ya no brillará hasta que los Cielos se abran a la Salvación y vuelvan a resplandecer con la Luz de amor infinito.
No ceséis en presentar Mi dictado a todos aquellos que esperan, aunque el signo no sea el esperado; pero en sus corazones reflexionarán sobre el amor.
Al entregaros al Plan completo de Él, velad por manifestar todo vuestro amor para con Aquel quien os eligió sin demora. Yo fui primero una “Sierva del Amor,” y con toda mi alma puse Mi Todo en Sus manos. Nada puede suceder sino el Bien.
Él pronto se manifestará con todo el ardor de Su Amor y os librará de las garras del Mal; todo volverá a ser claro y transparente en el Amor.
Creed con todo vuestro corazón, no desaniméis por las dificultades; todo se os dará para avanzar hasta Su Regreso. Yo mostraré todo Mi apoyo y guiaré vuestros pasos hacia los caminos que conducen al Cielo con toda Mi protección.
María Santísima es la Madre de todos, Ella es Aquella a quien el Señor Jesús encomendó con amor y el Amor triunfará conmigo en el mismo Amor de Mi Hijo Unigénito Jesucristo.
Mi querida sierva, ve todo lo que digo como bueno: Yo soy Aquella que primero se puso en el Plan del Padre Celestial, sin convencerme nunca de lo que sucedería, pero creí con todo Mi ser en el Altísimo. Siempre, a lo largo de Mi camino, vi manifestarse el mal contra Mí, pero la mano del Dios Vivo de amor infinito bloqueó el camino de aquel que intentó, con todo su corazón malvado, traer muerte a Mis pasos.
Cumplí Su voluntad en humildad y amor y puse Mi Todo en Sus Santas Manos.
El día que el Arcángel Gabriel vino a Mí, Mi Corazón dio un brinco de miedo, pero el Señor me hizo una buena soldado y me entregó la custodia del Fruto de Su propio Amor para manifestarlo al mundo en Su gran amor por ti.
Hice Su voluntad hasta el punto del mayor sufrimiento: ver a Mi propio Hijo morir, como ninguna madre podría soportar nunca, Él, Amor infinito, fue desgarrado por mil manos, por miserables manos que redujeron Su Carne a jirones. ¿Qué dolor podría ser mayor?
Tener el corazón en desesperación, ver en las manos de aquel que no despertó segunda intención, la infame tortura que golpeó al Rey del mundo... El Rey del Amor fue hecho pedazos por la envidia infinita de aquél que quiso poseerlo.
Fueron días sin fin de dolor y nunca fui puesta en duda sobre el Amor del Padre Celestial. Mi Corazón era como amor infinito, enviado desde el Cielo para soportar todo el dolor infinito. Creé, hija mía, en la Pasión de Cristo, que fue Amor infinito por todos vosotros.
Ahora, el tiempo está en las manos del que desgarra Su Amor infinito en pedazos, porque destruirá todo lo que Jesús creó para ustedes con tanto amor. Pero nunca, jamás se le permitirá traspasar los límites del Amor y, por su propia maldad, invadir Su gloria.
Jesús pronto regresará y cuando abra Su Cielo, pondrá fin al plan del enemigo, quien en su propia perversidad infernal perecerá, y Jesús dará a Su pueblo la paz por la que han sufrido tanto. Pondrá el sello de amor y reinará en el Cielo y en la Tierra para siempre. Jesús estará en ustedes para siempre, y para siempre habrá paz e infinita alegría en el amor infinito.
La desgracia económica está sobre nosotros: América se quitará su máscara y revelará ser Satanás!
Habrá miseria por todo el mundo, pero su tiempo estará marcado por la misma miseria porque Mi Hijo Jesús enviará la "señal" desde el mar que tragará a Babilonia y la pondrá en las profundas gargantas del mar donde permanecerá para siempre.
Jesús les dice: no faltará mucho para que esto suceda; su tiempo comienza este año. El momento de conversión ya pasó; les di tiempo, pero se convirtieron a su dios de dinero y poder hasta el fin.
En tu hogar habrá la señal de Mi Crucifijo, donde el enemigo nunca podrá entrar, y guiarás a un pueblo y lo llevarás a Mí en plenitud de amor.
Cuando venga a vivir entre vosotros, eso será el "tiempo" de Mi Gloriosa Victoria. En las Casas Mis fieles crecerán y seréis muchos, y estaréis sellados en Amor.
Entraré en ti y te guiaré a través de Mi Palabra y Mi Espíritu estará sobre ti, y nada podrá afectar tu amor ya marcado por el mismo Amor del Hijo, en el Espíritu del Padre y del Hijo.
Ya no más engaño, sino Luz y Amor, en Fidelidad a Mi Inmaculado Corazón triunfante en el Padre que Me dio la misión de llevar a cabo el "Plan de Salvación".
Mi Inmaculado Corazón triunfará y sobre Mi Inmaculado Corazón, el Inmaculado Corazón de María Santísima, unión del amor infinito para vosotros.
Mi dulce mujer, ahora es el tiempo de la gran siembra, otorga los dones que has recibido del Padre y ponlos en todos aquellos que esperan una señal de amor del Cielo.
Confía en Mi Inmaculado Corazón, que te marcará en la Palabra, y confía en el Amor infinito. Nunca estarás sola. Estaré contigo a todas horas, cada momento del día, y sobre ti estará la Luz misma del Cielo, que pondrás en todos aquellos que te sigan.
Jesús te ama, nunca lo olvides. Todo lo que suceda será Mi Regreso a vosotros con toda la "Potencia de luz infinita", y tú irás a Mí, en Mi grandeza, en misericordia infinita.
María Santísima te dice: el Padre Celestial está contigo, permanece en Su Caridad y en Su Amor; Él es quien diseña y ama infinitamente a Sus hijos: pronto todo habrá terminado.
María Santísima, con amor infinito por Jesús, te bendice. Todo está en las manos de Jesús el Salvador.
Jesús y María Santísima están contigo.
Fuente: ➥ ColleDelBuonPastore.eu