lunes, 21 de enero de 2008

María Protectora de la Fe – Fiesta

Mensaje de la Santísima Virgen María dado a la Visionaria Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, EE. UU.

22º Aniversario de María, Protectora de la Fe

"Soy María, Protectora de la Fe. Alabado sea Jesús."

"En este aniversario de Mi llegada a ti con la petición del Cielo para este título, te invito a contemplar conmigo las consecuencias del rechazo de la humanidad a reconocer esta petición y la posición de la cultura hoy en día."

"Si Mi título Protectora de la Fe hubiera sido aceptado y propagado, esta Diócesis y este país podrían haber sido una fortaleza y un modelo de la verdadera Tradición de la Fe. En cambio, la interjección del Cielo en el caos humano fue rechazada sumariamente, y tú, misma, Mi hija, fuiste ridiculizada. Cuando afirmé que, 'Lo que estaba oculto sería revelado,' los que estaban en el poder se sintieron insultados y usaron esta declaración como razón para oponerse a los planes del Cielo."

"Pero hoy, queridos niños, te invito a ver lo que ha sido revelado de hecho, los escándalos que han destruido la fe de muchos, y han puesto en peligro el futuro de muchas iglesias. ¿No ha llegado a pasar como Yo lo advertí?"

"Mientras que la institución de la Iglesia ha sido sacudida por el escándalo y comprometida por muchos que se oponen al Magisterio, Jesús ha apoyado este Ministerio. Aunque las mentiras de Satanás buscan la destrucción total de esta Misión, estamos aquí, y estamos orando. A través de estos Mensajes, el Cielo es capaz de proteger la fe de los muchos que eligen creer. Sí, el Ministerio crece más fuerte mientras las instituciones se debilitan. Los pequeños y humildes triunfan. Los que se enorgullecen del poder y la posición están perdiendo su control."

"Queridos niños, aferráos a Mí. Aferráos a Mi Inmaculado Corazón. Soy vuestro Refugio y Protectora. No os abandonaré. Elegid Mi Victoria sobre el mal que impregna los corazones y el mundo."

"No os dejéis engañar al colocar opiniones humanas por encima de la fe que pongo en vuestros corazones. Mucho error es etiquetado como discernimiento. Dios no da discernimiento a todos, sino a unos pocos. No se da por mérito de título, autoridad o logro académico. Por lo tanto, Mis hijos, os advierto sobre por qué aceptáis ciertas opiniones y no reconocéis la dirección que vuestro corazón os indica."

"Confía en Mí como Jesús desea."