viernes, 8 de agosto de 2008

Viernes, 8 de agosto de 2008

Mensaje de la Santísima Virgen María dado a la Vidente Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, EE. UU.

Fiesta de San Domingo

La Santísima Madre dice: "Alabado sea Jesús."

"Hija mía, las líneas de batalla se han trazado aquí; es decir, la batalla entre la Tradición de la Fe y los liberales de la Iglesia. Esta es una guerra tanto como la guerra en Bosnia, las guerras en Irak y Afganistán. Esta guerra es más conmovedora, sin embargo. Es una guerra por las almas. Con demasiada frecuencia, obispos y otros miembros de la jerarquía, que podrían marcar la diferencia, deciden no luchar, ya sea porque no quieren ofender o porque no quieren perder el apoyo del poder y el dinero. Estas son todas armas de Satanás. La compasión equivocada ha sido el apoyo de las mujeres liberales en la Iglesia. Muchos de los miembros de la jerarquía se han acostumbrado a vivir en la riqueza y los lujos desenfrenados mientras los pobres están a su alrededor esperando en la puerta como Lázaro."

"Aquí, su Madre Celestial habla a todas las personas y a todas las naciones, pero ellos simplemente desestiman cualquier cosa que yo tenga que decir. Ellos, en esta Diócesis, escuchan cualquier mentira dicha sobre esta Misión, pero no escucharán ningún informe de curación o gracia, incluso si un Obispo es el receptor de tal milagro."

"Lo que les estoy diciendo es que debemos proceder en medio de toda esta controversia. Aquellos que se niegan a creer sin aprobaciones son como las vírgenes insensatas que no se tomaron la molestia de traer aceite para sus lámparas. Han elegido la oscuridad sobre la luz. Jesús está aquí ahora, obrando Sus milagros, iluminando el mundo con Sus verdades. No esperen a que los Escribas y Fariseos les digan que pueden creer. Ellos creen en todo lo superficial. Procedamos con fe que solo proviene de Dios."

"Yo, su Madre Celestial, deseo sus oraciones y sacrificios ahora en estos tiempos difíciles. Las almas están en juego. No esperen para marcar la diferencia."