sábado, 29 de octubre de 1994

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

Reza, reza, reza. ¡Reza mucho! Nuestro Señor Dios está muy triste por los pecados que cometen. Mi Corazón está lleno de espinas y atravesado por una espada de dolor, a causa de tus pecados. Amémonos los unos a los otros.

No alberguen amargura y tristeza en sus corazones. Confiesen sus pecados, y así serán liberados de las manos de Satanás. El diablo está llevando muchas almas de mis hijos por el camino al infierno. Necesito que todos ustedes me ayuden a salvar estas almas.

Deben ser una luz para todos estos hijos míos. Renuncien a sí mismos. Den un ejemplo. No permanezcan indiferentes a mis súplicas como Madre, que sufre por lo que les espera.

Un gran castigo se avecina para todo el mundo, ¡y ya está muy cerca! Muchos sufrirán si no hay conversión, así que recen el rosario todos los días por Brasil y por la paz de todo el mundo.

En este momento, Nuestra Señora sostenía un libro en sus manos y mostrándolo a mi madre dijo:

Este es el Libro de la Vida (la Biblia). Léanlo todos los días. Muchos todavía no lo están leyendo. A partir de aquí. Sean un ejemplo para los demás. ¡Esfuércense!