lunes, 12 de diciembre de 2016

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡Paz mis queridos hijos, paz!

Hijos míos, yo vuestra Madre, vengo del cielo para hablaros del gran amor de Dios por vosotros.

El Señor desea ayudaros, bendeciros y curaros de todas las heridas que se encuentran en vuestras almas. No os apartéis del amor de Dios, amados hijos, pues sólo Él puede daros la fuerza para vencer todo mal y todo pecado.

No permitáis que vuestros corazones se endurezcan en el pecado. Si queréis pertenecer al Señor y al Reino de los Cielos, abrid vuestros corazones y renunciad a todo mal y a todo lo que os aleja del Corazón de mi Hijo Jesús.

He venido una vez más a daros mi bendición maternal, porque os amo y os amo bien. He venido a ayudaros en vuestras aflicciones y a protegeros con mi manto protector, para que todo mal, violencia y muerte sean desterrados lejos de esta ciudad.

Rezad, rezad muchos rosarios y sed de mi Hijo Jesús, recibiéndole dignamente en la Eucaristía con corazones puros y limpios de todo pecado, y así Dios tendrá misericordia de vosotros y de vuestras familias.

¡Creed y tened fe! El que cree obtendrá todo del Corazón de mi Hijo. Vivid los mensajes que ya os he comunicado, siendo más obedientes al Señor.

Mi presencia hoy entre vosotros es una gran gracia y un don de Dios. Dios sólo concede esta gracia a los sencillos y humildes. No dejéis nunca que el orgullo y la arrogancia se apoderen de vuestros corazones, porque entonces el demonio tendría poder sobre vosotros para cegaros con el pecado, alejándoos de mí y de mi Hijo.

Luchad, luchad contra todo mal rezando, adorando a mi Hijo y ayunando, y todo se transformará en vosotros y en el mundo. Gracias por vuestra presencia. Os bendigo a cada uno de vosotros de manera especial, así como a vuestras familias.

Volved a vuestros hogares con la paz de Dios. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.