miércoles, 2 de junio de 1993

Mensaje de Nuestra Señora

Hijos Míos, quiero decirles que ¡recen! No hagan de la oración un momento de distracción.

En estos tiempos, necesito mucha oración de ustedes. Que la oración sea la ardientemente deseada 'fuente de agua viva', como un oasis que buscan en un desierto.

Les pido que la práctica de los trece días rezando el Rosario y el Rosario de Lágrimas de Sangre a Nuestra Señora se difunda por todas partes. Renuevo las promesas que hice a Pierina Gilli, en Montichiari. Prometo Grandes Gracias a todos los que lo hagan.

Satanás está orgulloso, porque cree que el mundo es todo suyo. DIOS ganará al final, y los encerrará en el infierno para siempre.

Así que recen. recen. recen con fuerza, Hijos Míos. Sobre todo, recen el Santo Rosario. Amo con especial afecto a aquellos que lo rezan y enseñan a rezarlo. Enamórense de la Eucaristía y sean los mensajeros de su paz. Que el Rosario sea un pan infalible para ustedes cada día.

Los bendigo en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.