miércoles, 2 de noviembre de 1994

Mensaje de Nuestra Señora

Mis hijos, hoy recuerden a todos aquellos que les precedieron en la Gloria de DIOS.

Las Almas de los Elegidos rezan por ustedes en el Cielo con el mismo AMOR con el que Cristo rezó en la Cruz. Las Almas de los AMAM, interceden por ustedes y piden Gracias. Son Llamas de AMOR rezando por ustedes sobre el Corazón de Jesús y sobre mi Inmaculado Corazón. Vayan a ellos con confianza, porque siempre están rezando.

Mis queridos hijos, ¡soy su Madre! Los acompaño desde el momento en que nacen, a lo largo de toda su existencia. Y en la hora de su muerte, soy yo quien viene a recogerlos y llevarlos al Cielo.

Los acompaño en sus dificultades, dirijo su camino, nunca los abandono. Soy yo quien los acompaña en su partida, a la presencia de DIOS, para el Juicio Particular, frente al ROSTRO con ÉL.

Todos, todos deben enderezar sus vidas con el Señor, y ÉL, nadie jamás podrá escapar, ni evadir, ni huir. Mis queridos hijos que viven Mis Mensajes sinceramente, y que son fervientes en su AMOR por Mí, tendrán la gran felicidad de obtener Mi Poderosa Intercesión en esta 'hora decisiva' de sus vidas.

Siempre los 'perfumo' con Mi Gracia y Mi Misericordia. Perfecciono todas las virtudes en ustedes, purifico sus corazones día tras día, y los uno cada vez más a Mí. En la Hora del Juicio, los presento al Padre Puro e Inmaculado, y si queda alguna mancha de pecado en ustedes, la paso a Mi Inmaculada Mano para borrarla de ustedes, para que puedan estar totalmente Puros.

Oh, ¡cómo Jesús se 'alegra' de ver a SUS siervos presentados y conducidos a ÉL por SU MADRE! Él reúne en el Cielo las 'flores' que yo llevo, y adorna SU Sagrado Corazón con ellas.

Oh mis hijos, ¡recen el Santo Rosario todos los días! Él es la Llave que les abre las Puertas del Cielo. Queridos hijos, ¡recen, recen! Les pido a todos que pongan todo su AMOR en mi Inmaculado Corazón.

Los bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo".