domingo, 29 de noviembre de 2009

Cenáculo conmemorando la Aparición a Santa Catalina Labouré

Mensaje de la Muy Santa María

"- Mis queridos hijos. Hoy, cuando aún celebran la Fiesta de mi Aparición a mi pequeña hija Santa Catalina Labouré, a quien les revelé mi Medalla, que conocen y llaman justamente la Medalla Milagrosa, quiero derramar sobre todos ustedes hoy nueva Gracia de mi Corazón y llamarlos de nuevo al Amor.

Sean como mi pequeña hija Catalina Labouré, amándome con todo su corazón. Amándome con todas sus fuerzas, cumpliendo todo lo que digo en Mis Mensajes, porque el Amor que no es probado por las obras está muerto y es falso.

Si su Amor por Mí es real y verdadero, debe traducirse en obras de amor, es decir, oraciones de amor, sacrificios de amor, propagándolo con amor, meditación con amor, obras para ayudar a Mi obra aquí, para difundir los Mensajes que Nos dan aquí con Amor!

Sin Amor, sus obras no atraen la mirada del Altísimo, al contrario, atraen su indignación porque Él mismo lo dijo en las Sagradas Escrituras: "Maldito el hombre que hace la obra del Señor en vano". Es decir, que hace la Obra del Señor sin Amor en su corazón.

Desdichada es el alma que sirve al Señor buscando, en verdad, sus intereses, su gloria, su satisfacción personal, porque esta alma no tiene la bondad del Señor y todas sus obras delante de Él son vanas y sin ningún mérito.

Por eso los llamo al Amor. ¡Al Amor verdadero!

Que su corazón se expanda en ese Amor en el que el corazón de mi pequeña hija Catalina Labouré se iba expandiendo y expandiendo continuamente.

El mérito de Catalina, el mérito de Bernadette, de mis pequeños pastores de Fátima y de todos mis videntes y también de todos los santos que me amaron, además de sus excepcionales virtudes que Yo mismo les ayudé a cultivar y a hacer florecer, ¡fue de Amor!

Me amaron más que a sí mismos! Me amaron no por Mis dones, por Mis Gracias, Me amaron por Mí.

Me amaron con todas las fuerzas que sus poderes eran capaces de amarme.

¡Sí! Este Amor transformó a Catalina, transformó a Bernadette y a todos Mis videntes en verdaderas estrellas que brillan alrededor de Mi Cabeza como una corona celestial y Mística de gloria, brillo, santidad, honor.

Si ustedes también serán como ellos, ustedes, mis hijos, un día serán transformados en el Cielo en tantas otras estrellas que junto con Mis Santos y Mis videntes formarán la constelación más maravillosa de gloria, belleza y santidad, de alabanza y Amor alrededor de la Cabeza de su Madre en el Cielo.

A todos hoy, con Amor, les bendigo de nuevo y digo: Solo Amor...Solo Amor. ¡Solo Amor!

Marcos Paz! ¡Tengan Mi Paz! Permanezcan en Mi Paz. ¡Permanezcan en Mi Paz!

Mensaje de San José

"- Mi Querido Hijo Marcos, te agradezco desde lo más profundo de Mi Corazón Amadísimo por esta hermosa y Divina Imagen que entronizas aquí hoy en Mi honor.

Te bendigo y bendigo a todos aquellos que te ayudaron a cumplir esta tarea para Mi mayor honor y gloria. No puedes imaginar cuánto bien haces y cuánta Gloria le das a Dios al entronizar esta Mi pintura aquí que ha sido preparada para este lugar durante tantos siglos y para el cual siempre ha estado destinada.

A través de esta pintura, prometo derramar nuevas gracias en este Lugar para todos aquellos que Me amen en él y por él, y por él y por él Me honren, Me obedezcan, Me amen, Me glorifiquen.

Continúa con todas las oraciones que te he dado sobre todo con Mi Hora de Oración porque a través de ella, las transformo en verdaderos Serafines de Amor.

¿Qué fue Mi Tesoro? ¿Qué fue el tesoro de Catalina Labouré, Bernadette de Lourdes y todos los santos? El tesoro de todos nosotros fue Amor. A través del Amor, Nos hicimos amigos del Señor, nos hicimos sus compañeros, sus consortes, sus parientes...Nos hicimos uno en Amor con Él.

A través del Amor, te haces uno con el Señor. Te convertirás en sus verdaderos hijos. No solo de nombre, sino te convertirás en hijos de Dios en verdad y en vida.

El misterio de Dios es el misterio del Amor! El misterio de la Trinidad es el misterio del Amor! Mi misterio es el misterio del Amor.

A todos ahora les bendigo profundamente".

Muy Santa María

"Ahora bendigo todas mis Medallas Milagrosas que han traído a esta fiesta, para que en esta fiesta sean bendecidas, para que dondequiera que estén, haya las copiosas Gracias de mi Inmaculado Corazón".