domingo, 11 de septiembre de 2011

Mensaje de la Reina y Mensajera de la Paz y de Santo Antão

Queridos hijos míos, hoy nuevamente los invito a la conversión y al verdadero amor que agrada a Dios.

Los llamo, hijos míos, a ser el jardín del Señor donde Él pueda descansar verdaderamente, descansar y vivir con ustedes y en ustedes.

Sean el Jardín del Señor, viviendo cada vez más en oración, siguiendo el camino de la penitencia, conversión, meditación, cuidando cada vez más su vida interior. Para que en el jardín de su alma, las flores de las virtudes, las semillas de la bondad nunca mueran, nunca se marchiten y ustedes puedan ser jardines florecientes, jardines verdes donde el Señor pueda encontrar en ustedes: belleza, suavidad, armonía y amor.

Si ustedes son ese jardín, Dios verdaderamente se alegrará con ustedes, Le complacerá verlos dando todas las flores de las virtudes que más les son queridas y en ustedes el Señor establecerá Su morada viviendo con ustedes para siempre, compartiendo con ustedes Su felicidad y alegría eternas.

Sean el Jardín del Señor, viviendo cada día más Conmigo y a través de Mí. Yo, que soy el jardín sellado de la Santísima Trinidad, pues así sembraré en ustedes Mis semillas, los haré dar las flores de Mis virtudes, y haré crecer cada árbol santo en ustedes y dar fruto en ustedes. Para esto, quiero su total, incondicional, irrestricto, completo 'sí'. Para que pueda cumplir en ustedes mi plan de amor y los transforme en esos hermosos jardines que quiero dar para el mayor honor y alegría de la Santísima Trinidad.

Sean los Jardines del Señor, viviendo con José cada una de sus vidas imitando lo que Mi Santo Esposo ha hecho, Su obediencia al Señor, Su prontitud en el servicio divino, Su fe inquebrantable, Su conformidad a la Santa Voluntad de Dios, Su fortaleza, Su templanza, Su coraje, Su justicia. Para que en ustedes USTEDES también puedan producir Su jardín. Y juntos podamos dar a la Santísima Trinidad, cada una de sus almas como las flores deliciosas y mimosas cultivadas directamente por cada uno de Nosotros.

Sean el Jardín del Señor, viviendo siempre más la verdadera devoción a los Santos y Ángeles. Dejándose guiar por ellos, formándose por ellos, imitando sus virtudes, cumpliendo todos los Mensajes que les han dado aquí en nombre del Señor y en mi nombre. Para que de esta manera, la vida de la Gracia divina pueda crecer día a día en ustedes hasta alcanzar su plenitud. ¡Y su corazón que una vez fue un desierto frío, árido y sin amor se convierta en un gran jardín verde de amor, belleza y paz!

Estoy con ustedes hijos míos! No los dejo en ningún momento, los acompaño en todos sus pasos, sé todo lo que sufren, su sufrimiento también es mío. Estoy atenta a cada uno de sus gemidos y para todos ellos daré remedio en su debido tiempo. ¡Tengan confianza! Todo el sufrimiento pasa, toda la cruz y todo el dolor pasa, solo Dios y su amor duran para siempre, solo mi amor permanecerá para siempre y nunca, nunca los dejaré porque los amo, porque hijos míos, ustedes son Mis hijos dados a Mí por Jesús en el Calvario y tengo la misión de guiarlos y conducirlos seguros cada día al Señor en el Cielo. Así confíen en mí, déjense guiar por mí siempre, y los llevaré a su Padre celestial que los ama y los espera con ansias amorosas para sostenerlos en sus brazos.

APRESUREN SU CONVERSIÓN! LA ADVERTENCIA ESTÁ MUY CERCANA HIJOS MÍOS. CAERÁ COMO UN MANTO NOCTURNO SOBRE TODA LA HUMANIDAD. CADA HOMBRE VERÁ TODA SU VIDA PASADA SIN DIOS Y EL DOLOR QUE SENTIRÁ EN SU ALMA, EL TERROR DE RECONOCERSE COMO EL CULPABLE DEL FUEGO DEL INFIERNO SERÁ TAN GRANDE QUE MUCHOS INCLUSO PERDERÁN SUS VIDAS. EN ESE MOMENTO EL ESPÍRITU SANTO MOSTRARÁ A CADA UNO SU PECADO, CUÁNTO CADA UNO SE AMÓ MÁS QUE A DIOS, CUÁNTO CADA UNO ADORÓ MÁS QUE A DIOS, CUÁNTO CADA UNO SUSTITUYÓ A DIOS POR UNA IMITACIÓN DESCUIDADA DE LA DIVINIDAD, CUÁNTO CADA UNO SUSTITUYÓ AL VERDADERO DIOS POR SÍ MISMO, POR EL MUNDO Y DETRÁS DE TODO POR SATANÁS. Y EL TERROR DE ESTOS MIS HIJOS SERÁ TAN GRANDE QUE LA MUERTE PARA ELLOS SERÁ UN CASTIGO MENOR QUE EL DOLOR QUE SENTIRÁN DENTRO DEL ALMA POR VER LA GRAVEDAD DE SUS PECADOS.

CONVIÉRTANSE RÁPIDAMENTE, POR LO TANTO. ACELEREN SU CONVERSIÓN, AQUELLOS QUE DEJEN SU CONVERSIÓN PARA EL ÚLTIMO MOMENTO PUEDE QUE NO TENGAN AL DÍA SIGUIENTE PARA AMAR A DIOS.

Hijos míos, en un tiempo peor que el del diluvio, que el que está en gracia tenga cuidado de no perderla, que el que está en la luz tenga cuidado de no perderla y no caer en la ceguera del pecado. Para ayudarles siempre a permanecer en la luz de Dios, he estado aquí por más de veinte años llamándolos continuamente a la conversión y al verdadero amor de Dios.

A Mis hijos que están atormentados por Satanás con tentaciones y les resulta difícil resistir les digo: Cierren la puerta de sus sentidos tanto espiritual como corporal a la tentación de Mi enemigo. Huyan del pecado y el diablo huirá de ustedes. Aléjense de las ocasiones de pecado y el diablo perderá el poder que tiene sobre ustedes en las tentaciones. No supliquen al diablo, no discutan con él después de haber cometido una falta, o incluso cuando intente mostrarles que tal cosa no será un pecado tan grave o una gran falta. No peleen con él, huyan de la tentación rezando más y más, meditando sobre Mis Mensajes, y sobre todo rezando la oración de renuncia de ustedes mismos y de su voluntad. Para que cada día pueda liberarlos cada vez más de ustedes mismos, de su voluntad corrupta, que es la prisión sin muros de Satanás donde él encarcela a la mayoría de Mis pobres hijos. Para que pueda preservarlos de sus garras y guiarlos por el camino de la salvación.

Continúen con todas las oraciones que les he mandado hacer aquí, pues estas oraciones disminuyen el imperio de Satanás sobre sus almas, aumentan la influencia de la gracia de Dios sobre ustedes, y cada vez más los unen con la Santísima Trinidad, Conmigo, y con todos los CORTES CELESTIALES.

Regocíjense, hijos míos, ahora al final de esta Aparición, cuando regrese al Cielo, me llevaré conmigo 13,480 almas que ustedes con sus oraciones aquí hoy, a lo largo de todo este día me han ayudado a salvar.

A todos ustedes en este momento, bendigo generosamente LA SALETTE, LOURDES, FÁTIMA y JACAREÍ.

Paz! La Paz Marcos, el más esforzado de mis hijos, permanece en Mi Paz".

MENSAJE DE SANTO ANTÃO

"Mis amados hermanos, Yo, el servidor del SEÑOR, servidor de VIRGEN MARIA, los bendigo y les digo:

PAZ! Paz a sus corazones! Paz a sus almas! ¡No hagan nada para perturbar, quitar o destruir su paz!

Hoy son llamados a ser el nuevo mundo, la nueva creación del Señor, son llamados a cosechar el amor del Señor en sus corazones, a colaborar con Él hasta que se transformen en el nuevo mundo de amor que el Señor quiere extender sobre toda la tierra comenzando con cada uno de ustedes, con ustedes mismos.

Sean el nuevo mundo del Señor, dándole la bienvenida a Él en sus corazones, abriendo la puerta de sus almas a Él, correspondiendo a Su gracia, viviendo Sus mandamientos. Para que en sus almas el Señor pueda encontrar Su segundo Cielo, Su segundo Paraíso, Su pequeño mundo de amor donde pueda reinar, donde finalmente pueda cumplir todo lo que el poder de Su Amor desea cumplir en los hombres pero no lo hace porque no puede, porque el hombre dotado de libre albedrío no da su 'sí' al Señor, no le da su voluntad, no le da su vida totalmente como dijo Santa Teresa de Ávila, dando a Dios no solo los ingresos y los frutos, sino dando a Dios el capital, para que pueda ser el Señor de todo, de toda su vida y hacer en ella y con ella lo que quiere.

Si dan su 'sí' al Señor, si dan todo el capital de su alma y vida a Él, Él verdaderamente puede hacer estallar Su llama de amor poderosamente dentro de ustedes y extenderse a su alrededor, transformando y renovando todo y a todos con el poder abrumador de Su amor.

Están llamados, por lo tanto, a dar su 'sí' al Señor, a dar toda su libertad y libre albedrío al Señor, para que en su vida, no lo que ustedes quieren, sino lo que el Señor quiere se realice.

La oración solo es agradable al Señor cuando la voluntad del hombre que la acompaña se conforma a la voluntad del Altísimo y hace lo que el Altísimo quiere. Por eso, mis amados hermanos, es tan importante que su voluntad se vuelva al Señor hoy para que pueda iluminarlos como el sol ilumina la tierra. Para que sus almas sean verdaderamente llenas de luz, vivan en la luz e iluminen a todos aquellos que viven en la oscuridad.

Sean el nuevo mundo del Señor, viviendo cada vez más con María, a través de María y en María, en el espíritu de María, imitando sus virtudes, viviendo completamente dependientes de su amor, obedeciendo sus Mensajes, viviendo la Consagración al INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA, que no es otra cosa que morir por ustedes mismos, para que María pueda vivir en ustedes, para que esta Reina finalmente ocupe todo su corazón y reine en él. Por lo tanto, vacíen sus almas de su voluntad, para que ella pueda reinar en ustedes.

Ustedes son ciudades santas, ciudades místicas, ciudades del Señor donde Él quiere morar. Para este fin, para recibir el amor del Señor, dense a Él, y así Él se dará completamente a ustedes hasta que estén tan unidos a Él que vivirán con el Señor mucho más unidos que el niño pequeño está unido a su madre, en el vientre de su madre.

Sean el nuevo mundo del Señor, renovando su espíritu cada vez más, rezando más y más, abriendo, ensanchando su espíritu siempre a una mayor generosidad, a una mayor donación, a un mayor amor, viviendo más y más por el Señor, haciendo todo para Su gloria y ayudando a sus hermanos y hermanas a hacer lo mismo.

Mis hermanos, que todavía llevan dentro de ustedes tantas miserias, que todavía llevan tantos defectos, faltas y pecados. ¡No se desanimen! Porque la carne puede ser fácilmente superada por aquellos que luchan para liberarse de ella. El secreto es morir a uno mismo, el secreto es comenzar a renunciar a uno mismo en las pequeñas cosas, y luego podrán renunciar a las grandes cosas, porque solo aquellos que son fieles en las pequeñas cosas son fieles en las grandes cosas.

Comiencen, por lo tanto, a negarse a sí mismos este o aquel pequeño placer. Este otro gusto sensible, y luego comenzarán a ser más fuertes que su naturaleza, que la carne. Y pronto superarán el pecado, el mundo y el diablo. La clave de la victoria está en sus manos, el Señor les ha dado y ahora solo deben usarla bien para lograr la gran victoria, que comienza con la victoria sobre ustedes mismos y luego superarán el pecado y el diablo.

YO, CREYENDO que soy muy conocido como protector de los animales, quiero hoy, nuevamente dar a todos ustedes la bendición, la bendición del SEÑOR, la bendición de la INMACULADA VIRGEN, no solo a ustedes, sino también a sus mascotas y a todo el mundo, porque cada criatura que ha salido de las manos de Dios proclama Su alabanza, cada una a su manera y en el lugar dado por Dios.

¡Que toda lengua bendiga al Señor! ¡Que todo lo que respira proclame Su alabanza! Y que todos los corazones vivan por Él, exalten Su Nombre y bendigan Su eterna Misericordia.

A todos en este momento, los bendigo generosamente".