sábado, 22 de marzo de 2008

Sábado, 22 de marzo de 2008

(Vigilia de Pascua)

Jesús dijo: “Mi gente, les dije a Mis apóstoles de antemano que sería asesinado y luego resucitaría al tercer día. Cumplí Mi promesa, pero Mis apóstoles aún no lo creían por lo que les contaron las mujeres que envié. Así que dos apóstoles fueron a Mi tumba y encontraron la piedra movida y Mi Cuerpo ya no estaba, tal como les habían dicho las mujeres. Entonces creyeron en Mi Resurrección y los demás lo confirmaron cuando aparecí entre ellos varias veces. Mis apóstoles aún no habían recibido el Espíritu Santo y al principio no comprendieron lo que significaba Mi Resurrección de entre los muertos. Pronto se dieron cuenta de que Mi muerte y Resurrección representaban una victoria sobre el pecado y la muerte. Más tarde se dieron cuenta de que Mi propósito al encarnarme en un hombre era ofrecer Mi vida como un sacrificio digno por todos los pecados de la humanidad. Esto fue para mostrar el amor infinito de Dios por todos ustedes, para que todos tengan la oportunidad de ir al cielo. Arrepintiéndose de sus pecados y siguiendo Mis Mandamientos y Mi Voluntad, pueden encontrar la salvación eterna a través de Mí para alcanzar el cielo. Esta Resurrección Mía es la razón por la que se alegran cantando aleluya.”