martes, 15 de julio de 2008

Martes, 15 de julio de 2008

(San Buenaventura)

Jesús dijo: “Mi gente, están siendo más conscientes de la escasez de alimentos en el mundo por el precio que están pagando por sus productos alimenticios. Muchos de ustedes en América pueden permitirse pagar más por los alimentos, pero aquellos en el resto del mundo no pueden permitirse estos precios, e incluso están luchando para obtener alimentos. A medida que ven sequías, desastres e insectos atacando los suministros de alimentos, se está volviendo aún más difícil alimentar a todas las personas del mundo. No dependan de China para sus alimentos baratos porque en la próxima hambruna mundial, no podrán entregar alimentos en absoluto. Mantengan a sus propios agricultores en funcionamiento mediante subsidios o precios más altos, o no tendrán nada que comer. Les he pedido a Mis fieles que almacenen algunos alimentos exactamente para este momento porque no estarán en las tiendas, o necesitarán chips en tarjetas inteligentes o en el cuerpo para comprarlos. Lo que tengan, lo multiplicaré para que puedan compartirlo con aquellos que lleguen a su puerta. También multiplicaré su agua almacenada, si sus fuentes se secan. Confíen en Mis preparativos y Me aseguraré de sus necesidades.”

Jesús dijo: “Mi gente, están viendo un alto número de ejecuciones hipotecarias de casas donde la hipoteca no se estaba pagando. A medida que el valor de las casas disminuye en el mercado porque no se venden, algunas personas con hipotecas más altas que el valor de la casa están abandonando sus casas. Los bancos también tienen dificultades para recuperar dinero de la casa porque está atado a derivados de inversores. También han subastado casas sufriendo grandes pérdidas. Aquellos bancos que aceptaron prestatarios más riesgosos ahora están en peligro de quiebra debido a todas sus bajas. Ya han sido intervenidos dos bancos, y más aún caerán. Este efecto dominó en los mercados financieros está arrastrando su mercado de valores, su economía y el valor de su dólar. Añadan desastres naturales, guerras costosas, deudas nacionales e inflación, y tendrán un país al borde de la bancarrota. Oren para que su país salga de su crisis hipotecaria y recesión, o podrían ver a la gente de un solo mundo quitarles todas sus propiedades en una situación de impago nacional.”